La primera cosa que me dijeron no fue "es preciosa", sino "tenemos que comprobar que no haya sufrido ningún daño cerebral". Lo primero que pensé fue que sería el amor de mi vida, ese que compensa la injusticia de haber experimentado el dolor y el miedo demasiado pronto.
La gente suele decir que los enfermeros somos un gremio muy reservado que oculta algunas cosas a sus pacientes o a los familiares. Lo primero que pensé al escuchar estos tópicos es que me parecían ridículos. Pero luego me di cuenta de que podían ser ciertos. En el fondo, todo el mundo guarda algún secreto...