El voto nacionalista, islamista y del extranjero tienen la clave de por qué la alianza opositora de seis partidos no ha podido imponerse en primera vuelta.
El ataque de Algeciras, que la Fiscalía de la AN estudia como posible terrorismo islamista, devuelve al primer plano un riesgo que Interior cataloga como "alto".
En lo que llevamos de año, y sin contar el detenido de Algeciras, se ha arrestado a cuatro personas en suelo nacional y una en el extranjero, en dos operaciones.
Trabajadoras de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Afganistán expresan su temor al impacto que puede tener que la prohibición se extienda al personal sanitario.
La muerte de una joven a manos de la Policía de la Moral supuestamente por incitar al vicio rompe en un movimiento contestatario sin precedentes que va más allá de la igualdad.
La joven fue detenida por la Policía de la moral por llevar mal la prenda y acabó saliendo sin vida de la comisaría, un caso que ha levantado a las mujeres del país.
La división, la pobreza extrema y el ostracismo marcan el primer aniversario del retorno de los islamistas al poder, tras la criticada salida de las potencias internacionales.
Tapadas de pies a cabeza, con tutores, sin escuela más allá de los 11 años, sin empleo, sin sueños: los talibanes se quitan la careta y aprietan el puño contra medio país.
Las redes sociales se llenan de fotos de mujeres que demuestran que lo tradicional en su país no es ni el negro ni el rostro tapado. Una orgullosa reivindicación nacional.
Dicen que hay "problemas técnicos" para conformar el gabinete, pero se anunciará "pronto". Dan largas sobre unas posibles elecciones. "Es muy pronto", alegan.
La salida de EEUU y el ascenso talibán colocan al país en un complejo escenario. Sin democracia, sin libertades, sin esperanza. Toca dar la batalla por los afganos.
Los islamistas, tras tomar el poder en Afganistán, blanquean su imagen con promesas de derechos para las mujeres, amnistías y vídeos virales. No es más que una máscara.
“Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (...) debemos mostrar humildad ante Alá”, dicen, y prometen "ofrecer una buena vida lo mejor que podamos".
Los yihadistas lo han hecho "para promover el islam y desalentar las prácticas no islámicas, ya que la educación occidental no es permitida por Alá y su Santo Profeta".