Se trata de un hombre de 27 años con antecedentes policiales por violencia sexual del que se ha decretado el ingreso en prisión por los hechos denunciados en una barraca de Manresa (Barcelona).
El detenido, maltratador habitual, la dejó en una postura antinatural y con espuma en la boca. Se fue de fiesta y dijo a sus amigos que estaba "borracha y durmiendo".