Los casos de Burjassot (Valencia), Pulpí (Almería) y Vila-real (Castellón) han sorprendido por su dureza, coincidencia en el tiempo y por la corta edad tanto de agresores como de algunas de las víctimas.
Ha mandado una carta desde prisión a la Audiencia de Navarra, en la que muestra su "total arrepentimiento" por agredir sexualmente a la joven madrileña.