También le condena a no mantener trato con menores, no conceder entrevistas con medios de comunicación y no tener perfiles en redes sociales, ni ponerse en contacto con las víctimas.
Todos los acusados se han acogido a su derecho a no declarar al ser preguntados sobre el vídeo que grabaron en el vehículo y compartieron luego con sus amigos.