Los bombardeos contra edificios civiles, la maternidad y el teatro, la resistencia en Azovstal: tres meses de infierno tras el que Moscú tomó el poder absoluto. Quedan el control férreo, la miseria y el exilio. También la esperanza de reconquista.
La devastación de la ciudad es total, han desaparecido los edificios más altos y ha aparecido un nuevo complejo militar ruso. La zona que más crece es el cementerio.
La cadena británica 'BBC' ha analizado tomas satelitales y tomado declaraciones de testigos que vieron a las autoridades rusas retirando cadáveres: "La gente debe saber la verdad".
El director Mantas Kvedaravičius vivió y filmó el asedio a la ciudad ucraniana hasta que lo mataron; el material recuperado se recoge en el documental 'Mariupolis 2'.
Moscú concentra todos sus esfuerzos en el Donbás arrasando con intensos ataques el área de Lugansk. Además, las tropas aíslan nuevas ciudades aprovechando el temor reciente de la ciudad portuaria.
"Se planea que un tribunal internacional se instale" en la zona, insisten los separatistas de Donetsk, sin explicar en qué consiste y recordando que hay pena de muerte.
Mariúpol cae finalmente tras dos meses de asedio ruso con la salida de los últimos soldados del Batallón de Azov, mientras Rusia sigue tomando represalias contra Finlandia por querer entrar en la OTAN.
Las autoridades locales alertan de que las explosiones en la planta siderúrgica podrían haber originado una filtración de sulfuro de hidrógeno al mar de Azov y que incluso puede llegar al mar Negro y al Mediterráneo.
Tras más de 80 días de resistencia, las tropas rusas mandan en el puerto clave del Mar Negro, afianzando su corredor sureste y subiendo una moral por los suelos.
La rendición de la resistencia deja vía libre a Moscú a crear un corredor desde Crimea hasta el Donbás, en un marco sin conversaciones entre las partes y con los soldados del Batallón de Azov como prisioneros de guerra en manos del Kremlin.