Después de controlar Mariúpol, Putin se centra en el "infierno" de Lugansk

Después de controlar Mariúpol, Putin se centra en el "infierno" de Lugansk

Mariúpol cae finalmente tras dos meses de asedio ruso con la salida de los últimos soldados del Batallón de Azov, mientras Rusia sigue tomando represalias contra Finlandia por querer entrar en la OTAN.

Casa dañada tras un bombardeo ruso.via Associated Press

Diario de guerra, día 86. Un día clave para el asedio de Mariúpol que después de semanas ha caído en manos rusas, incluida la acería de Azovstal, último reducto ucraniano. En horas de la tarde, las autoridades rusas han confirmado la salida de los últimos soldados del Batallón de Azov.

Esto le sirve a Putin para poder centrar esfuerzos en otras zonas estratégicas en las que se enfoca en la nueva etapa de la invasión, como es la región prorrusa de Lugansk.

No obstante el día ha tenido claroscuros en Moscú y la alegría procedente de Mariúpol se ha ensombrecido con problemas en el Kremlin. Sobre todo después de que Putin haya tenido que expulsar al gobernador del enclave báltico de Kaliningrado por alegar la actual campaña militar rusa en Ucrania como excusa de los problemas de la región.

¿Cómo avanzan otros frentes?

Los esfuerzos rusos se han centrado en el Donbás, donde la situación es equiparable a “un infierno”, según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

En concreto en la zona de Lugansk, en la que Rusia ha intensificado sus ataques causando recientemente 13 muertos en los últimos bombardeos además de la infraestructura civil.

De acuerdo con el gobernador, Serhiy Gaidai, a causa de los ataques rusos en Severodonetsk y la vecina Lysychansk, resultaron dañados más de 60 edificios.

Todo ello con el objetivo de controlar la región separatista al completo. Por el momento, Moscú confirma tener el control en prácticamente la totalidad del territorio.

¿Hay avance en la OTAN?

Turquía insiste en su postura a aceptar la adhesión de Finlandia y Suecia si siguen respaldando a las milicias kurdas de Siria, el YPG, que considera “terroristas”, y permiten el activismo de otras organizaciones cercanas.

En sus últimas declaraciones, las autoridades de los países nórdicos han confirmado que están dispuestas a hablar con Ankara.

¿Y cómo responde Rusia?

Putin sigue aumentando la presión a Europa. Después de cortar el suministro eléctrico a Finlandia, ahora ha decidido cortar el gas a partir de este sábado. Finlandia se convierte así en el tercer país vetado por Rusia por detrás de Bulgaria y Polonia.

Por parte de las autoridades finlandesas, la medida no tendrá un gran impacto ya que el país solo usa el 5% de este suministro. La ministra de Economía finlandesa ha anunciado que su objetivo es independizarse de las energías rusas.