muerte digna

Luces rojas en una sala de cine

Luces rojas en una sala de cine

Entre la especie humana ha habido siempre aves de carroña (clérigos, legisladores, médicos...) que inventan leyes, ídolos y seres superiores que premian y castigan. Amenazan con terribles castigos eternos a quienes no cumplen sus mandatos y normas, y declaran intocables la vida y la muerte, que solo depende de su dios.
El anuncio más largo del mundo: una iniciativa a favor de la eutanasia

El anuncio más largo del mundo: una iniciativa a favor de la eutanasia

Entérense, señores políticos, el debate sobre la eutanasia está terminado. Falta que actúen ustedes. Falta que en un nuevo escenario político que represente mejor a la sociedad española en su conjunto, se deje de temer a la minoría confesional que, alentada por obispos más propios del medievo, estará siempre dispuesta a dar misas en la plaza de Colón mientras insultan al Gobierno de turno por no ser suficientemente cavernícola.
La muerte que viene a mí porque yo quiero

La muerte que viene a mí porque yo quiero

Cuando llegue el momento del acabamiento, sentiré sobre todo mi amor a la vida. Y si alguna vez he ayudado a alguien a morir bien, ha sido un inequívoco acto de amor. Se puede dejar libre y responsablemente la vida sin tristeza, sin temor, solo con quietud y por amor a la vida.
¿Por qué los creyentes mueren peor que los no creyentes?

¿Por qué los creyentes mueren peor que los no creyentes?

De cualquier modo y, dada la escasez actual de milagros, pediría a mis colegas no fundamentalistas que borren del vocabulario la palabra milagro. Expresiones como "haría falta un milagro" o "sería un milagro" no son infrecuentes en boca de un médico al dar malas noticias y tal vez despierten sin quererlo la esperanza infundada que lleve a los creyentes a prolongar su agonía. Evitémoslo.
Cinco cosas que aprendí al ayudar a morir a mi padre

Cinco cosas que aprendí al ayudar a morir a mi padre

La muerte de mi padre fue una tragedia. No le desearía a nadie las cuatro semanas que pasé ayudándole a morir, pero tampoco las olvidaría por nada del mundo, pues son mías, y aprendí mucho sobre quién soy, quién era mi padre, qué significa el amor, qué significa perder algo que nunca pensaste que perderías y, por último, qué significa tener que soportarlo.
¿Es posible tener hoy una buena muerte?

¿Es posible tener hoy una buena muerte?

En nuestra sociedad no hablamos de estos temas, ni de la propia muerte ni de cómo nos gustaría morir. El tema tiene su importancia pero es un tabú social, incluso en medios sanitarios. Los propios profesionales pocas veces sacamos el tema y hablamos a los pacientes y sus familias sobre el concepto de voluntades anticipadas y testamento vital.
La eutanasia ¿una profanación?

La eutanasia ¿una profanación?

La causa, si no de todos al menos de muchísimos de los males que nos afectan, es el absolutismo moral practicado abiertamente durante siglos y disfrazado ahora, en el caso de la eutanasia, con el peligro que para los más indefensos entraña la aceptación por las leyes de que cada uno es dueño de su vida. En su moral teológica, la vida del otro es disponible sólo bajo determinadas circunstancias y siempre que dios lo quiera así. ¡Y, vaya si lo ha querido a lo largo de la historia!
La buena muerte

La buena muerte

Hemos encontrado una forma racional de enfrentarnos al final de la vida, como puso de manifiesto la película Mar adentro. ¿Cómo hemos llegado a la paradójica situación de que los cuidados médicos hayan desembocado en sufrimientos insoportables para el paciente?
Más allá del simple "dejar morir"

Más allá del simple "dejar morir"

En España, los partidos que han tenido acceso al Gobierno han negado el camino hacia la legalización de las conductas eutanásicas, bien negando el derecho en sí mismo, como el PP o, peor aún, negando la oportunidad del debate o incluso la preparación de la ciudadanía para abordarlo, como el PSOE.