Un hombre de 44 años que llevaba 12 años paralítico tras sufrir un accidente de coche ha logrado un permiso del Constitucional para ponerse la inyección letal.
El hombre, que ayudó a morir a su mujer, ha sido absuelto gracias a la Ley de eutanasia. Las manos temblorosas y valientes de Ángel no irán finalmente a juicio.
Cualquier persona mayor de edad con una enfermedad grave e incurable y que padezca un sufrimiento “constante e intolerable” podrá solicitar ayuda para morir.
Rafa Botella se quedó tetrapléjico en 2004 y, desde 2015, sufre un dolor crónico que hasta le deja sin habla. Él, la persona "con más ganas de vivir", defiende el derecho a poder morir dignamente.