Jeremy Corbyn: Labour vira a babor

Jeremy Corbyn: Labour vira a babor

Seguramente Corbyn fue elegido por ser el que más clara y radicalmente se ha manifestado antitory durante toda su vida y trayectoria política, sin sombra de sospecha de admiración secreta por sus oponentes conservadores ni por sus idearios ni por sus políticas. Sin sombra de complicidad con las recetas que detesta.
La sobreactuación de Corbyn y Cameron

La sobreactuación de Corbyn y Cameron

La sobreactuación es inherente a la trayectoria política de Corbyn, y la lleva en su programa. Si la mantiene, fracasará. Únicamente si es capaz de asumir que encabeza un partido moderado que representa y representará a un electorado de centro-izquierda, tendrá posibilidades de éxito.
El PSOE ya tuvo un Corbyn

El PSOE ya tuvo un Corbyn

El fenómeno Corbyn es la defunción del voto útil, pero también un grito de ira contra la injusticia, un fenómeno que prolifera en el mundo en distintas versiones y que no busca alternativas de poder, sino una expresión más de protesta. Se ha visto también con Le Pen en Francia o con Donald Trump en Estados Unidos.
Los laboristas debemos tener el debate honesto que llevamos evitando demasiado tiempo

Los laboristas debemos tener el debate honesto que llevamos evitando demasiado tiempo

Quizá una de las razones de que nos encontremos en esta posición sea que tardamos demasiado en elegir un nuevo líder tras la derrota de Gordon Brown en 2010 y permitimos así a los tories dirigir las decisiones económicas en el Parlamento sin refutar sus ataques sobre nuestra gestión con suficiente claridad y vigor, sin ofrecer argumentos ni propuestas para forjar una coalición del centro-izquierda del espectro político.
La estúpida taza de café del laborismo británico

La estúpida taza de café del laborismo británico

Como bien analiza la revista New Statesman, cinco años después de la elección de Ed Miliband al frente del Partido Laborista sobre la base de girar el Reino Unido hacia la izquierda, y tres después de decir "este es un momento para el centro-izquierda", es bastante desconcertante que la única de las promesas electorales laboristas que ahora capta la atención del público es una sobre los controles en la inmigración.