Críticas y multas a Netanyahu por su desesperada búsqueda de votos
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Críticas y multas a Netanyahu por su desesperada búsqueda de votos

BAZ RATNER / REUTERS

Un polémico post en Facebook del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el que exhorta a sus seguidores a acudir a las urnas para contrarrestar el creciente voto de la minoría árabe, ha generado las críticas de la izquierda israelí durante la jornada electoral.

El jefe del partido Likud y aspirante a renovar su cuarta legislatura como primer ministro advertía de que el gobierno de la derecha en Israel estaba en "peligro" debido al alto índice de participación entre la minoría árabe que, por primera vez en la historia, acude a los comicios con una coalición única que reúne a cuatro formaciones y que podría convertirse en tercera fuerza política y llave de gobierno. "Los votantes árabes están acudiendo en manada a las urnas. Organizaciones de izquierdas los están transportando", alertó Netanyahu en su polémico mensaje.

Su correligionaria Miri Regev, una de las diputadas más duras del Likud, incluso precisó que ese transporte lo organizaba una plataforma llamada V15, que desde hace unos meses lleva a cabo una campaña apartidista pero destinada a desbancar del poder a Netanyahu. La V15 fue acusada en enero por partidos de la derecha de recibir financiación ilegal de gobiernos extranjeros, aunque fue investigada sin que se llegara a ninguna conclusión.

"COMENTARIO RACISTA"

"Ningún líder occidental osaría hacer semejante comentario racista", se quejó ante el mensaje de Netanyahu la diputada laborista Shelly Yachimovich a través de su página de Facebook. "Imaginaos un primer ministro o presidente en cualquier democracia que advierta de que su ejecutivo está en peligro porque, por ejemplo, los votantes negros acuden en masa a las urnas. ¿Es horrendo, verdad?", ejemplificó esta ex dirigente del Partido Laborista.

La legisladora Hanín Zoavi, candidata por la llamada Lista Árabe Común, instó al juez supremo retirado y presidente de la Comisión Electoral, Salim Yubrán, a que ordene retirar el post y a detener "la campaña del Likud contra el voto árabe", informaron diversos medios locales. Ahmed Tibi, de esta misma coalición, aseguró que Netanyahu había entrado en "pánico" por la posibilidad de perder el gobierno e instó a la minoría árabe a "ejercer su derecho al voto como ciudadanos de pleno derecho".

A la polémica desatada por Netanyahu, que teme que una asistencia masiva de esta minoría le arrebate el poder, se sumó poco después el ministro de Exteriores y líder del ultranacionalista Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, al que las encuestas auguran un sonado descenso en el número de diputados, con no más de cinco representantes. "Netanyahu también sabe que si los árabes votan en manada, sólo un Lieberman fuerte podrá detenerlos", escribió en otro polémico mensaje de Twitter.

Casi 5,9 millones de israelíes acuden este martes a las urnas para elegir a los diputados de la vigésima legislatura y al trigésimo cuarto gobierno del país, después de seis años bajo el mandato de Netanyahu. El voto árabe puede ser crucial para que el Campo Sionista, de centro izquierda, le arrebate el gobierno al primer ministro derechista, ya que un voto masivo por parte de esta minoría equipararía el número de diputados árabes a su porcentaje en la población de Israel, alrededor del 20 %. Unión o Campo Sionista puede lograr cerca de 26 escaños y el Likud, 22.

UN VÍDEO DE HACE DOS AÑOS

La desesperación de Netanyahu y su equipo se ha visto castigada, además, por la multa que la Comisión Electoral israelí les ha impuesto, 20.000 shékels (4.730 euros aproximadamente) por una grabación falsa de un rival, en la que expresa supuestamente su apoyo al primer ministro. Los hechos se refieren a una antigua grabación del ex ministro de Comunicaciones y líder del partido Kulanu, Moshé Kahlón, que fue enviada ayer a los votantes en mensajes telefónicos. En ella se escucha al ex ministro, que fue miembro del Likud hasta hace dos años, alabando a Netanyahu y diciendo que es el único dirigente posible para Israel. La grabación data de un proceso electoral anterior, cuando Kahlón militaba en el partido Likud. Ahora, aunque reconoce su sintonía política con su ex formación, trata de navegar en solitario y, de hecho, es otra de las posibles llaves de Gobierno tanto para el bloque conservador como para el progresista.

Tras ser denunciado por Kulanu, el Likud alegó que era "obvio" que el votante sabía que la grabación no podía ser actual, pero el juez retirado Salim Yubrán, jefe de la Comisión Electoral, consideró que se había hecho uso ilegal de la voz y que era improcedente antes de unas elecciones. "Existe plena comprensión que el envío de la grabación, un día antes de los comicios, confundiría al votante", señaló.

Según los últimos sondeos, el nuevo partido de centro derecha creado por Kahlón podría quitar hasta 10 escaños a su antigua formación.

Pese a todo, la jornada electoral en Israel transcurre con normalidad. La Policía ha abierto hasta las 17.00 hora local (una más que en la Epaña peninsular) medio centenar de expedientes a israelíes que han violado la ley electoral, en particular por robo de identidad en las urnas o apropiación de papeletas. "Desde esta mañana se han recibido en los centros telefónicos de la policía 785 llamadas relacionadas con las elecciones, y se abrieron 235 verificaciones", informó en un comunicado el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld.

Se han abierto 51 expedientes a impostores que trataban de votar usando la identidad de terceros, así como por robo de papeletas en las urnas, amenazas a personal de las mesas y fraude electoral. El uso de tarjetas de identidad de israelíes fallecidos o que residen en el extranjero para ejercer el derecho a voto fue un fenómeno muy conocido en el país en la pasada década de los 90, a pesar de que puede ser castigado con varios meses de cárcel o una severa multa.

La participación en las elecciones generales era a las 16.00 hora local del 45,4%, informó la Comisión Central Electoral. El índice está por debajo del registrado en las elecciones celebradas en 2013 a la misma hora, cuando se alcanzó el 46,6%, según datos que se basan en el análisis de unas 9.000 urnas.