Más de 13 años después de la anterior ocasión en la que España tuvo este papel, se amontonan las preguntas sobre cuál su papel y las tareas que tendrá que asumir.
Porque las democracias “no ocurren por accidente” y porque hay una "silenciosa propagación de las autocracias", necesita "defensores", señala el presidente de EEUU.
Moscú no había dado el paso hasta tener los resultados definitivos del Colegio Electoral, pero ahora está "listo" para un "contacto" entre mandatarios.
Se reducirá la inmigración, se construirán muros (quizá con valla incluida), se investigará exhaustivamente a los inmigrantes, se prohibirá la entrada a personas de determinados países y los juramentos de lealtad y las barreras religiosas seguirán siendo objeto de debate.
La política española nunca anduvo sobrada de internacionalismo. En los cuarenta años de democracia han pesado los cuarenta anteriores, marcados por un inequívoco cerrojazo exterior. Pero también es cierto que la integración en la UE, la necesidad de tejer vínculos políticos y una mayor presencia empresarial, contribuyeron a revertir el aislamiento de siempre. Todo esto ha sufrido un gran parón en los últimos años.
En España urge acometer con mayor profundidad un análisis sobre las actividades exteriores que las Comunidades Autónomas pueden desarrollar. Los límites tienen que ser perfectamente identificables por todos y no esperar a pronunciamientos del Tribunal Constitucional. Hoy es Cataluña, mañana no sabemos.
Incapaz de aprender de lecciones pasadas -que demostraron que es mucho más fácil provocar un incendio que sofocarlo y que, en todo caso, las llamas siempre dejan un rastro de destrucción-, la UE sigue empeñada en que su "política" hacia Rusia consista básicamente en una lista de sanciones que termina formando parte de la tormenta perfecta que se cierne sobre Moscú.
Ucrania/Rusia representa el mayor desafío para la política exterior de la UE, al poner de manifiesto las dificultades de una política exterior que se hace casi sobre la marcha. Esta crisis está teniendo otro efecto involuntario: el fin de la reticencia alemana a asumir un mayor liderazgo en política exterior.