El republicano ha hecho dos anuncios este martes que representan la cara y la cruz de su política migratoria. Un extranjero podría tener los mismo derechos que un ciudadano si invierte 4,75 millones de euros en proyectos en EEUU, pero planea exigir a millones de extranjeros indocumentados que se inscriban en un listado facilitando sus huellas dactilares.
"Al restringir su entrada, enviamos un mensaje claro de nuestro apoyo a Ucrania y de condena de las acciones de Moscú", defiende Noruega, el último en dar pasos.
El joven, de 20 años, ha sido la primera persona a la que Canberra le quita el permiso por ingresar con "objetos de riesgo" sin declarar, aplicando su ley de bioseguridad.
El expresidente de Brasil se fue del país, a Florida, para no entregarle la banda a Lula. Señalado por el asalto y con cuatro investigaciones a sus espaldas, nadie sabe de su futuro.
Terminó el Consejo de Ministros y la vicepresidenta cantó las glorias de la visadorada en rueda de prensa, su espacio electoral gratuito. ¡3.100 inversores extranjeros y una inversión de 690 millones de euros en dos años!... Pero resulta que a esta letrada las matemáticas le fallan.