Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Von der Leyen afronta las duras críticas del Parlamento Europeo

Von der Leyen afronta las duras críticas del Parlamento Europeo

"No creo recordar una protesta tan expandida y atronadora contra la Comisión Europea como la desencadenada en este caluroso verano, surcado por una suma de deplorables decepciones a la promesa con que Von der Leyen obtuvo su primera investidura, allá por 2019". 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen..

Tras la pausa de verano de 2025, el Parlamento Europeo (PE) reemprende su actividad desde el 1 de septiembre, semana de Comisiones y preparación del primer Pleno en Estrasburgo del nuevo curso político, caracterizado por el SOTEU, palabro que en nuestra jerga describe el State of the European Union Annual Debate. La Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen (Comisión VDL II 2024/2029) sostendrá en la Tribuna su gestión y nivel de cumplimiento del programa pactado para su investidura en julio de 2024. Es seguro que encarará críticas sin precedentes en policromía e intensidad.

A lo largo de mi experiencia de años en el PE –me atrevo a decir que en el curso de 40 años cumplidos desde la adhesión de España a las CCEE-, no creo recordar una protesta tan expandida y atronadora contra la Comisión Europea como la desencadenada en este caluroso verano surcado por una suma de deplorables decepciones a la promesa con que VDL obtuvo su primera investidura allá por 2019. 

Con la presencia estelar entonces de Josep Borrell como High Rep y jefe de la Diplomacia europea, la Legislatura de 2014/2019 asumió grandes ambiciones y describió, de hecho, el balance legislativo más abultado e innovador de la historia del PE como legislador europeo directamente electivo por sufragio universal de la ciudadanía europea: la Transición Verde Justa, la Agenda Digital (Servicios y Mercado Digital + Inteligencia Artificial) y el nuevo Pacto UE de Migraciones y Asilo fueron logros señalados de ese Legislatura. 

Pero si hubo un marchamo distintivo de esa etapa, ese lo fue seguramente el de la "autonomía estratégica" como toma de conciencia frente a la necesidad imperiosa de transitar de una vez desde el llamado "Poder blando" a la mayoría de edad de una "UE geopolítica", globalmente relevante, capaz de hablar de tú a tú a los demás actores de un desorden global requerido de reglas y compromisos con valores. ¿Qué queda, verano de 2025, de tan grandilocuente apuesta? El paisaje es desolador.

"El 'come back' de Trump a la Casa Blanca fue versionado por muchos analistas como una oportunidad para la UE. (...) No fue así"

Por un lado, ante la ilegal guerra de agresión de Putin contra Ucrania, factor de inestabilidad del entero continente, la UE no ha conseguido, pese a los sucesivos paquetes de sanciones impuestos contra Rusia, aislar al autócrata del Kremlin. Esta misma semana estrecha lazos con la China de Xi y la India de Modi, en una apoteosis de los que A. Rizz ha explicado como "era de la revancha" frente a un "Occidente" (suma de EEUU y UE, subordinada ésta como nunca a las estrategias de Washington) al que se percibe y señala como un poder declinante. 

El come back de Trump a la Casa Blanca –con toda su carga desatada de resentimiento y supremacismo de plutocracia corrupta- fue versionado por muchos analistas como una oportunidad para la UE: visto el carácter disruptivo de sus patadas al tablero de la comunidad internacional, la UE podría y debería aprovechar para llenar huecos y vacíos, mostrar nervio y propósito propio y alternativo al de los EEUU. No ha sido así.

Pero, en el caso de Gaza, el balance es terrible. Si frente a la guerra en Ucrania ha podido alcanzarse al menos una masa crítica (la disfunción de la Hungría de Orbán ha obligado a los demás, en ausencia de unanimidad, a construir una amplia Coalition of the Willing), ante la masacre en Gaza –genocidio, crímenes de guerra-, el balance es un patético páramo de desunión, impotencia e irrelevancia. Aún peor: "Double Standard", insufriblemente hipócrita y cínico doble rasero: gesticulante “contundencia” en la incriminación de Putin, buscando, sin éxito, aislarlo como "paria internacional", en contraste con la afasia e insignificancia frente a la impunidad de la infinita e indiscriminada ofensiva militar de Netanyahu en Gaza y en la Cisjordania ocupada.

"Borrell lo ha explicado, como suele, con lucidez y crudeza: 'La UE ha perdido su alma'"

Borrell lo ha explicado, como suele, con lucidez y crudeza: "La UE ha perdido su alma". Ha planteado, incluso, abiertamente, lleva a la UE a "tribunales" (por alusión al TJUE) por clamoroso failure to act (fracaso u omisión en el cumplimiento de sus obligaciones jurídicamente vinculantes), en la medida en que no ha sido siquiera capaz de suspender, como debe (art.79), su Acuerdo de Asociación UE/Israel (1995), en vigor desde 2002, por violación de la cláusula de respeto y promoción de los derechos humanos de su art.2. La UE no ha hecho, hasta ahora, absolutamente nada para elevar su voz ante las 63000 muertes sumadas por Netanyahu y ante la hambruna impuesta en Gaza en un infierno de terror, dolor y vidas inocentes cegadas implacablemente.

También aquí es más deplorable la traición de la UE a su razón de ser: si la Hungría de Orbán impide la unanimidad en el aislamiento de Rusia, con el Gobierno de Netanyahu el consentimiento incurre imperdonablemente en complicidad: lo expone sangrantemente una Alemania incapaz de discernir el horror de hoy atenazada por su pasado, ayer, en la pesadilla nazi y su culpa por el Holocausto.

Sí. Este SOTEU 2025 de la Comisión VDL II enfila, en clima borrascoso, un pésimo estado de ánimo. Se abusa, ya lo sabemos, del adjetivo "histórico" y de la invocación de "retos existenciales". Pero este sin duda lo es: por eso se escribe tanto sobre el declive de una UE que renuncia -con su sumisión a Trump en la humillante foto de su campo de golf escocés, con la asimetría arancelaria que remeda la cita de Churchill a la "deshonra y la guerra", con su insoportable mutismo ante el genocidio en Gaza- no solamente a su promesa (“derechos”, "autonomía estratégica"...), sino a su razón de ser. 

Juan F. López Aguilar es eurodiputado socialista y Portavoz Constitucional S&D en el Parlamento Europeo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada con premio extraordinario, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, becario de la Fundación Príncipe de Asturias en EE.UU, Máster en Derecho y Diplomacia por la Fletcher School of Law and Diplomacy (Tufts University, Boston, Massasachussetts), y Doctor en Derecho por la Universidad de Bolonia, con premio extraordinario. Desde 1993 ocupa la Cátedra de Derecho Constitucional en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es, además, titular de la Cátedra Jean Monnet de Derecho e Integración Europea desde 1999 y autor de una docena de libros. En 2000 fue elegido diputado por la provincia de Las Palmas y reelegido en 2004 y 2008 como cabeza de lista a la cámara baja de España. Desde 2004 a febrero 2007 fue ministro de Justicia en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En octubre de 2007 fue elegido Secretario general del PSC-PSOE, cargo que mantuvo hasta 2010. En el año 2009 encabezó la lista del PSOE para las elecciones europeas. Desde entonces hasta 2014 presidió la Delegación Socialista Española y ocupó la presidencia de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior en el Parlamento Europeo. En 2010 fue nombrado vicepresidente del Partido Socialista Europeo (PSE).