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Científicos se sumergen en las profundidades del Ártico y descubren "algo excepcional" de 7.000 años de antigüedad
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Científicos se sumergen en las profundidades del Ártico y descubren "algo excepcional" de 7.000 años de antigüedad

"Es importante preservar estos hábitats únicos, que desempeñan un papel clave en el mantenimiento de la biodiversidad marina", afirman los autores del estudio.

El volcán submarino Borealis, descubierto en 2023.Jørn Berger-Nyvoll / UiT

Un equipo de científicos de la Universidad Ártica de Noruega (UiT), en colaboración con la organización REV Ocean, ha localizado en el mar de Barents el segundo volcán de lodo  conocido en aguas noruegas. El descubrimiento se produjo en el buque de investigación Kronprins Haakon, haciendo uso de un vehículo sumergible automatizado, a unos 130 kilómetros al sur de la isla del Oso y a 400 metros de profundidad.

El nuevo volcán, bautizado como Borealis, se encuentra dentro de un cráter de unos 300 metros de ancho y otros 25 de profundidad. Los científicos creen que este fenómeno geológico se originó hace 7.000 años tras una erupción que liberó una gran cantidad de metano al final de la última glaciación. En la actualidad, sigue emitiendo fluidos ricos en este gas, un potente contribuyente al cambio climático cuando alcanza la atmósfera. "Ver una erupción de lodo submarina en tiempo real me recordó lo 'vivo' que está el planeta", asegura la profesora Giuliana Panieri, líder y principal investigadora del proyecto AKMA.

Lugar en el que se descubrió el volcán, al sur del mar de Barents.UiT/Google

Una ventana al pasado y al clima de la Tierra

Los volcanes de lodo funcionan como puertas directas al interior de la Tierra. Expulsan agua y sedimentos de cientos de metros o incluso kilómetros de profundidad, lo que permite estudiar las condiciones del pasado y su impacto en el presupuesto global de metano. Solo se conocía otro volcán de este tipo en aguas noruegas, el Håkon Mosby, descubierto en 1995 a 1.250 metros de profundidad al sur de Svalbard

Un volcán de lodo submarino de 7.000 años de antigüedad, descubierto en 2023 en el mar de Barents, juega un papel único como santuario natural de algunas de las especies marinas que habitan los fondos marinos en esta región del Ártico. Si bien algunas partes del suelo del cráter, denominado Borealis, parecen inhóspitas, sus características costras de carbonato (un tipo de mineral formado hace miles de años) le aportan un sustrato lo adecuadamente duro como para que especies de anémonas, serpúlidos, demosponjas y colonias de octocorales lo elijan como un lugar donde vivir, según el primer estudio sobre biodiversidad de este enclave, hecho por la Universidad Ártica de Noruega y REV Ocean.

Los carbonatos brindan refugio y oportunidades de alimentación y desempeñan un papel importante en el mantenimiento de las poblaciones de peces locales. Los investigadores han observado grandes bancos de especies comercialmente valiosas, como el carbonero, el pez lobo moteado, el bacalao, el pez roca de cuatro barbas y el pez rojo, agrupándose alrededor de las formaciones carbonatadas irregulares.

"El pez rojo, por ejemplo, está en la lista roja de especies al borde de la extinción y no se sabe qué consecuencias tendría si desapareciera. Borealis es un oasis donde diferentes especies pueden prosperar. Por lo tanto, preservar ecosistemas como el de este volcán de lodo es esencial para mantener la biodiversidad y comprender las interacciones entre la geología, la geoquímica y la biología en los ambientes marinos. Necesitamos esa comprensión, entre otras cosas, considerando que el fondo marino del Ártico juega un papel importante en las actividades de extracción de petróleo y gas y en la emergente industria minera de aguas profundas", señala la profesora Giuliana Panieri, autora principal del estudio publicado en Nature Communications.

Usando un vehículo operado remotamente, el equipo de investigación pudo realizar una serie de observaciones del volcán submarino. Entre otras cosas, vieron que calienta el ambiente hasta 11,5 grados centígrados, mientras que el fondo marino normalmente tiene una temperatura de alrededor de 4 grados centígrados. Los investigadores también encontraron sedimentos que contienen organismos marinos microscópicos extintos de hasta 2,5 millones de años de antigüedad y que pequeños "conos de lodo" en el sistema volcánico están emitiendo vigorosos líquidos ricos en metano. 

El hecho de que el fondo marino alrededor del volcán también se caracteriza por extensos depósitos de carbonato indica que el metano se ha filtrado, probablemente durante miles de años. "El volcán de lodo Borealis es un fenómeno geológico y ecológico único que proporciona una visión poco común de las complejas interacciones entre los procesos geológicos y los ecosistemas marinos. Es importante preservar estos hábitats únicos, que juegan un papel crucial en la biodiversidad marina", afirma Panieri.