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Baño de masas de Feijóo en el Congreso del PP y protección a Mazón: fin de semana de festejos 'populares'

Baño de masas de Feijóo en el Congreso del PP y protección a Mazón: fin de semana de festejos 'populares'

El presidente del Partido Popular revalida su liderazgo en la formación con un 99,24% de los votos, mientras el principal responsable de la tragedia de la DANA y líder de la Comunitat Valenciana recibe el respaldo de todos los integrantes de la formación. 

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a Mariano Rajoy y José María Aznar, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.EFE

Un fin de semana con dos vías de circulación. Dos caras de la moneda que han tomado el pulso a la política nacional mientras, a la par que se celebraba el 21 Congreso Nacional del Partido Popular, en la sede socialista de Ferraz se lamían las heridas para intentar mantener el barco a flote. En Ifema, el presidente de la principal formación de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, se ha dado un baño de masas para revalidar su liderazgo. El ambiente ha sido distendido hasta tal punto que han respaldado la figura del presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, entre aplausos cómplices y discursos comprensivos para el que fue el responsable de la gestión de la tragedia de la DANA el pasado 28 de octubre que dejó un total de 227 fallecidos. 

Según fuentes del partido, este acontecimiento se ha celebrado para orquestar un grupo unido "que sea capaz de afrontar el futuro de España". Así lo respaldaba el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, en su discurso para ser reelegido, donde destacaba la "transparencia" y la "dignidad" como bases de su narrativa. El acto ha reunido a todos los líderes y figuras del partido a lo largo del fin de semana que ha protagonizado la Comunidad de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso, su presidenta, también ha tenido su protagonismo destacado. Además, la congregación de los populares ha tenido tres puntos clave en los que es necesario poner el ojo para comprender la estrategia de la oposición a lo largo de los meses venideros. En ella, tendrá un especial protagonismo la futura comparecencia del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados el 9 de julio acerca de los presuntos casos de corrupción que rodean a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García.

El primero es la paradoja que intenta alcanzar el Partido Popular después de este Congreso. La pretensión de Alberto Núñez Feijóo en su discurso de investidura para revalidar la presidencia del PP ha sido la de buscar la transversalidad en el partido y en la sociedad española, dejando como bases los cimientos democratacristianos por los que apostó la formación en 1999. Sin embargo, esto choca directamente con los perfiles que ha elegido el gallego para acompañarle en su travesía hacia la Moncloa. Con Miguel Tellado como Secretario General y Ester Muñoz como portavoz en el Congreso, el líder del PP ha escogido a los perfiles más duros para darle la batalla al Partido Socialista. No sólo eso, Cayetana Álvarez de Toledo, otra de las principales voces más cercanas al extremo derecho, ha vuelto a entrar en el Comité Nacional. Ante todo ello, cabe preguntarse cómo lidiará las aguas Feijóo entre mares tan discordantes.

El segundo punto a destacar ha sido la protección que ha llevado a cabo el Partido Popular para respaldar al presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, tras 9 meses de la tragedia de la DANA que dejó un total de 227 fallecidos. Durante todo el fin de semana, los dirigentes populares han ofrecido a El HuffPost declaraciones a favor del valenciano. No sólo eso, sino que también ha recibido el respaldo del nuevo Secretario General del partido, Miguel Tellado, que le invitaba a unirse a la delegación valenciana que posaba ante uno de los logos de la formación en el interior del último pabellón de Feria de Madrid donde se produjo el acto político. "Que le aplaudan es una muestra de cariño, más allá de las circunstancias evidentes que se han vivido los últimos meses en Valencia", comentaba el presidente del 21 Congreso Nacional del PP, Xavier García Albiol, a los micrófonos de este periódico.

Pese a ello, Mazón no ha dado declaraciones a los medios acreditados para el evento. Otros cargos del PP han mantenido la defensa del valenciano como Rafael Catalá, exministro de Justicia, que aseguraba que "la gestión de la DANA fue un día de una gravísima crisis y muchos días después de arreglar los problemas. Mazón trabaja para eso y yo me quedo con eso". Al igual que ella, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que ante los aplausos de sus compañeros de partido decía que "la culpable de la tragedia fue la vicepresidenta Ribera porque no construyó la presa de Cheste. Se gastó el dinero en hacer propaganda". 

El tercer punto que ha llamado la atención del 21 Congreso Nacional del Partido Popular ha sido la dura crítica a la presunta corrupción del Partido Socialista y su defensa íntegra de la "transparencia, decencia y el servicio público". Pese a los casos de corrupción que ha arrastrado la formación popular a lo largo de este siglo, los líderes del partido han prometido la "limpieza" en sus filas para dar "a España el futuro que merece". "Me comprometo a tener un gobierno limpio, que auditará hasta el último céntimo que gaste. Con especial atención a la adjudicación de obras o la contratación de personal al servicio de Estado", aseguraba Feijóo en su discurso de clausura.   

Cabe recordar que en el gobierno del primer presidente del Partido Popular, José María Aznar, 12 de sus 14 ministros fueron imputados, encarcelados o implicados con alguna trama de corrupción. Al igual que el gobierno de Mariano Rajoy, donde se destapó la trama Gürtel que provocó la primera moción de censura de la historia de la democracia reciente. "Hemos tenido casos de corrupción, pero hemos sabido pedir las responsabilidades necesarias y, en estos momentos, el PP es plenamente capaz de hablar de limpieza entre sus filas", aseguraba Catalá.

El acto en Ifema ha sido en tono festivo al igual que se celebran centenares de fiestas de verano a lo largo y ancho de todo el país. La debilidad del Partido Socialista y del Gobierno por los casos de corrupción que están asomando en los exsecretarios de Organización del PSOE —José Luis Ábalos y Santos Cerdán, este último recién ingresado en la cárcel de Soto del Real— ofrece la iniciativa a los populares del "ahora o nunca". Una ofensiva que lleva meses gestándose por la dura oposición que está ofreciendo el partido liderado por Feijóo y que cuyo único objetivo es el de derrocar al que llaman desde hace tiempo como "sanchismo". "Si no logramos llegar a la Moncloa este congreso habrá sido un fracaso, pero no queremos llegar, queremos hacer lo mejor por España y para eso es necesario hacerlo mucho mejor que los que están", afirmaba el líder popular en su discurso de investidura.

Entre todo, esta congregación de los populares ha servido, según sus propios dirigentes, para unir más al partido. "El pasado congreso fue para tratar los temas internos del Partido Popular, este ha sido para tratar los problemas de España", decía Feijóo al igual que todos los dirigentes del partido que circulaban por los interiores del pabellón de la Feria de Madrid. La conclusión del acto también salía por los labios de los miembros del partido: esto no ha sido más que el comienzo para desalojar al presidente del Gobierno de la Moncloa. Pese a ello, un baile de sombras se gesta dentro de la formación conservadora que se le avecinan dilemas como la integridad en un hipotético Ejecutivo con Vox del que Feijóo ha dicho que "no hará un cordón sanitario como pide la izquierda".

A falta de sorpresas, faltan tres días para que se produzca el último acto político antes de las vacaciones de los diputados: la comparecencia de Sánchez el próximo miércoles en el Congreso. Después de este fin de semana, el Partido Popular asume el reto con una formación presuntamente unida que tratará de persistir con su ofensiva de desgaste al Ejecutivo que intenta achicar el agua que le rebosa después de los presuntos casos de corrupción y la incertidumbre que se asienta en una legislatura cuya fecha de caducidad es desconocida incluso para los más expertos.