El odio en Torre Pacheco: sólo el 22% de los mensajes racistas y xenófobos en redes fueron eliminados
El Observatorio Español contra el Racismo y La Xenofobia han identificado casi 140.000 mensajes de odio en las redes sociales relacionados con la localidad murciana.
El odio se desató en Torre Pacheco (Murcia). Después de la paliza al señor de 68 años producida por tres personas extranjeras, una ola de odio y racismo inundaron las redes sociales acompañada por una 'cacería' orquestada por grupos de extrema derecha. El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha realizado un informe extraordinario para monitorizar los discursos de odio que se generaron a raíz de los sucesos de aquellos días en los que los ojos de todo el mundo quedaron pendientes de lo que estaba sucediendo. De todos los datos recopilados, tan sólo el 22% tuvieron repercusiones en forma de retirada de las diferentes redes sociales.
Según dicho informe, se produjeron más de 138.000 mensajes de odio entre los días 6 y 22 de julio, la mayoría de ellos dirigidos contra personas del norte de África. Los bulos, desinformaciones e imágenes manipuladas recorrieron como la pólvora los rincones de diferentes redes sociales que actuaron en forma de bola de nieve. Plataformas como X o Telegram fueron testigos de una ola de odio que tan sólo tuvo un número reducido de consecuencias. Además, cabe destacar que el trabajo del observatorio refleja que esto no ha sido un momento puntual y de estallido, sino que se trató de un proceso de gestación más largo que se fue alimentando con el paso de los días y con otros sucesos como el asesinato de un migrante por parte de la Policía en Torrejón de Ardoz o la investigación de una agresión sexual en Alcalá de Henares.
La manifestación que organizaron los diferentes grupos de extrema derecha, que se movilizaron a la localidad murciana el 12 de julio, se tradujo en el pico máximo de racismo y xenofobia en redes sociales. Este crecimiento se plasmó en el momento en que el 11 de julio había un total de más de 6.000 mensajes y al día siguiente más de 33.000. Tras ese pico máximo, comenzaron a descender paulatinamente al igual que la tensión que se respiraba en Torre Pacheco. Las palabras clave más usadas en estos discursos fueron, por este orden, "paliza", "mierda", "machete" y "delincuente".
Estos mensajes de odio entremezclados con amenazas, bulos y llamadas a la violencia como la expresión de "cacería" fueron promovidos por grupos de extrema derecha y neonazis. En el 91 % de los casos los recibieron personas del norte de África, seguidos de las personas musulmanas (6 %) y afrodescendientes (5 %). En cuanto al tipo de contenido, el 33 % corresponde a mensajes de deshumanización que incluyen expresiones como "alimañas" o "dan asco". El 27 % de los contenidos presenta al grupo diana como una amenaza, vinculándolos con conductas violentas e inseguridad, mientras que un 23 % de los mensajes incitan directamente a la expulsión, con una hostilidad explícita y frases como "se dedican a pegar palizas, violar y robar a los españoles", que buscan justificar medidas extremas de exclusión social.
"Lo importante es apelar a la responsabilidad de todos para que en redes sociales no existan este tipo de mensajes que deshumanizan a miles de personas. Debemos de tener la capacidad de exigir esa retirada de los mensajes racistas, xenófobos y que inciten al odio. Para ello, también cabe recalcar que esos mensajes deben estar susceptibles de que sean delitos, no sólo eliminados", aseguraba este jueves la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.
El odio sembrado hacia las personas migrantes en los últimos años, con bulos como que "vienen a robar trabajo" o a "vivir de paguitas" están cristalizando en la sociedad de un tiempo a esta parte. Sin embargo, el caso de Torre Pacheco es el punto álgido en el que grupos de extrema derecha y neonazis fracasaron en sus convocatorias y no lograron el respaldo que esperaron. Los insultos y violencia en redes sociales sigue siendo una de las asignaturas pendientes del Ejecutivo que ha llegado a sufrir incluso en sus propias carnes.