Estos son los sectores españoles más afectados por el 15% arancelario de EE.UU. a la Unión Europea
El acuerdo entre ambas fuerzas mundiales queda por el momento en stand by al aceptar un porcentaje menor a lo esperado. Pese a ello, algunas industrias padecerán de forma agravante este aumento impositivo.

War is over, que diría la canción de John Lennon. Estados Unidos y la Unión Europea han llegado a un acuerdo el pasado domingo para dejar zanjado un 15% arancelario. El pacto llega después de cuatro meses desde que el líder estadounidense, Donald Trump, comenzara una guerra comercial global. Un enfrentamiento que ha ido cargado con amenazas y advertencias de porcentajes volátiles e impredecibles. En este baile de máscaras, la península juega un papel ventajoso por su situación comercial con el gigante americano, al sólo tener un 5% de exportaciones al otro lado del charco.
"Haremos que España pague el doble de aranceles", aseguraba el presidente americano tras la negativa española a elevar el gasto en Defensa al 5%. Sin embargo y pese a la buena situación en este tablero de ajedrez que hace prácticamente imposible llevar a acabo esa amenaza, algunas industrias españolas sí se verán afectadas por este aumento impositivo.
El acuerdo entre Washington y Bruselas producirá un retroceso al crecimiento de las economías europeas. Sin embargo y debido a la situación en la que se encuentra España en relación con EE.UU. se podría decir que el impacto será menor de lo que se podría esperar en un inicio o en relación con el resto de la UE. Diferentes entidades han hecho sus cábalas para calcular cuánto porcentaje de pérdida podrían suponer estos aranceles y, debido a la cifra inexacta que ha flotado las últimas semanas, el número puede variar.
La primera apuesta fue la del Fondo Monetario Internacional (FMI) que aproximó un impacto de una décima en el PIB por cada 10 puntos porcentuales de aranceles de Estados Unidos. En castellano: teniendo en cuenta que se ha establecido un 15% arancelario, España tendrá un retroceso del 0,15% del PIB. Un cálculo similar al que hizo el Banco de España que apostó por un 11%. Con estos datos se puede asegurar que la península será el territorio que menos se verá afectado de la Unión Europea por las imposiciones de Trump.
Dentro del 5% de exportaciones que realiza España a EE.UU., algunos sí que se verán afectados por los nuevos aranceles. Entre los productos españoles más consumidos al otro lado del charco en 2024, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía, se encuentra el aceite de oliva. La 'marca España' por excelencia supone un importe superior a 1.000 millones de euros. En otras palabras, el 30% del aceite de oliva que pisa el país del country es de origen español. El segundo producto más vendido a EEUU, y por tanto afectado en mayor medida por los aranceles, son los aceites de petróleo o de minerales, dentro del apartado de combustibles, cuya exportación cayó a la mitad el pasado ejercicio, de 2.028 millones en 2023 a 1.004 millones en 2024.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ven como cada vez que se firma un acuerdo entre representantes americanos y europeos, pierden condiciones y sus negocios se ven desfavorecidos. "Desde la UPA vemos que cada vez que se firma un acuerdo entre la Unión Europea y el Gobierno norteamericano nos perjudica también de manera indirecta, porque hace que se destine más dinero a armamento y a defensa, y a comprar armas norteamericanas, quitándonos dinero, por ejemplo, de la PAC, como ya ha anunciado la Comisión de Agricultura Europea", aseguraba a Europa Press el secretario general de UPA en Andalucía, Jesús Cózar, donde enfatizaba con que "los aranceles no van a afectar a todos los productos de la misma manera".
Dentro de otra de las partidas más elevadas, la de aparatos y material eléctrico, destaca la exportación de transformadores eléctricos, cuyas ventas pasaron de 1.006 millones de 2023 a 772 millones en 2024. Una de las ventajas que ha tenido el acuerdo entre Trump y Von der Leyen es que se excluye de los aranceles los productos farmacéuticos, uno de los fuertes españoles que podría haber supuesto un varapalo al haber duplicado sus ventas de 2023 a 2024 —de los 239 millones a 571 millones, respectivamente—.
En un contexto de caída de las exportaciones a EE.UU., también aumentó en 2024 la venta de vino, que pasó de 313 a 335 millones, otro de los productos del sector agroalimentario que se verá afectado en mayor medida por los aranceles y que afecta a negocios más familiares que tendrán que hacer cálculos con precisión de bisturí para seguir adelante como ya adelantó en su momento El HuffPost. "Es mejor un acuerdo que una guerra comercial abierta, pero no nos resignamos a que las exportaciones de nuestros productos a Estados Unidos estén penalizadas con un arancel del 15%. Es una imposición de Estados Unidos que rompe con el equilibrio del libre comercio", ha asegurado el presidente de FIAB, Ignacio Silva. en declaraciones con Europa Press.
La incertidumbre del sector agrario y alimenticio espera que se reduzca aún más las exportaciones a Estados Unidos. Durante el primer cuatrimestre de 2025, las exportaciones del sector a Estados Unidos —que cuenta con más de 18.000 empresas exportadoras— han caído un 3,7%, tras el notable repunte del 22,6% registrado en 2024. Un escenario que incrusta de forma más profunda a Estados Unidos en la burbuja que prometió Donald Trump nada más llegar a la Casa Blanca y que está afectando a la economía global.
Aunque el acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea evita una escalada mayor en la guerra comercial, no deja de imponer costes reales para sectores clave de la economía española. Productos emblemáticos como el aceite de oliva, el vino o los transformadores eléctricos sufrirán directamente el peso de unos aranceles que, si bien más bajos de lo inicialmente temido, siguen comprometiendo la competitividad de las exportaciones nacionales. El hecho de que España sea uno de los países europeos menos expuestos al mercado estadounidense no evita que ciertos sectores, especialmente aquellos más vulnerables y de estructura familiar, vean en este nuevo escenario una amenaza real para su supervivencia.
A medio plazo, el desafío para España será doble: por un lado, mantener su posicionamiento en un mercado cada vez más proteccionista y, por otro, fortalecer su tejido exportador hacia otras regiones menos condicionadas por tensiones geopolíticas. La necesidad de una política comercial europea más cohesionada y sensible a las particularidades de cada Estado miembro parece más urgente que nunca. El pacto alcanzado alivia la tensión, pero deja claro que el libre comercio ya no es una garantía, sino una negociación constante en un tablero de poder que cambia con cada ciclo electoral.
