La exposición del Thyssen de Madrid que algunos no quieren que veas sobre el horror en Gaza y que nosotros te enseñamos
Gaza a través de su mirada expone la crueldad que está sufriendo el pueblo de Palestina desde la ofensiva israelí de 2023 a través de 27 imágenes de fotoperiodistas palestinos que permanecen en el anonimato por su seguridad.
"Los fotoperiodistas son palestinos y hemos tenido que ocultar su identidad para preservar su seguridad ya que muchos de ellos están perseguidos por el Estado de Israel", explica a El HuffPost Raquel Martí, directora Ejecutiva de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA España) y organizadora de la exposición Gaza a través de sus ojos que comienza este martes 23 de septiembre en el museo Thyssen de Madrid y que permanecerá con las puertas abiertas hasta el próximo 19 de octubre. Las 27 imágenes que componen la galería retratan el horror de la masacre y la barbarie que está viviendo el pueblo palestino en la Franja de Gaza desde la ofensiva militar que tomó Israel desde 2023. Dos años en los que las fotografías muestran la hambruna, la ausencia absoluta de higiene, el genocidio al que están siendo sometidos y los pequeños rayos de esperanza que protagonizan los niños.
"Pese a todo, sigues viendo a gente muy joven sonreír porque, claro, son niños y no son completamente conscientes de lo que están viviendo. Hay una de las imágenes en las que aparecen una decena de ellos jugando con el paracaídas de unos suministros que habían caído", explica Martí a este periódico. Las fotografías son un extracto de una hazaña heroica de los profesionales de la información que están en el terreno y que se juegan su vida día tras día para enseñar al mundo la masacre.
"A muchos de los fotoperiodistas les han destruido la casa, han perdido a compañeros de profesión y han asesinado a sus amigos y familiares más cercanos. Tienen que dormir en la mayoría de ocasiones en las calles, en tiendas de campaña que atacan constantemente y siguen ofreciéndonos estas imágenes. Hemos intentado que estén aquí en la exposición, pero nadie puede salir de la Franja. Mantienen la dignidad y su humanidad pese a saber que están solos ante el horror", expone Martí ante el trabajo de años de recopilación de estos testimonios audiovisuales en los que enfatiza que "serán fundamentales para que en el día después se pueda documentar y tener testimonio de todo lo que ha pasado en Gaza". Según la ejecutiva de UNRWA, muchas de sus instalaciones en lugares protegidos por el derecho internacional han sido bombardeadas.
"No hay lugares humanitarios en Gaza. Por favor no utilicen este eufemismo, porque no existe ningún lugar seguro en la Franja de Gaza. No hay ningún lugar que tenga las características necesarias para acoger a la población desplazada. Israel está hacinando a la población en campos donde no hay condiciones higiénico-sanitarias para que se hacine esta población. No hay alimentos, no hay agua, no hay absolutamente nada que garantice la supervivencia de la población", ha afirmado Martí sobre una realidad constante en el territorio y que ha dejado más de 60.000 personas asesinadas.
La galería de imágenes tiene una óptica especial, una sensibilidad inusual en las fotografías que retratan el horror bélico: están tomadas por personas palestinas, gente que vive ahí y que conoce a quien están fotografiando. No sólo los bombardeos o los asesinatos que se han convertido en corrientes con el paso de los días, sino también la hambruna, la falta de higiene y las hazañas diarias para conseguir agua y alimento. "Israel crea todas las condiciones necesarias para que las mujeres no puedan dar a luz. Ha reducido los 400 puntos de ayuda humanitaria a tres que gestionan mercenarios estadounidenses. Hay medio millón de mujeres y niñas que sufren todos los meses de condiciones antihigiénicas y son estigmatizadas porque no tienen con qué cubrir la menstruación, ni con qué lavarse en general. Son así las personas que más se están contagiando de enfermedades que también les arrebata la vida", comenta Martí.
A lo largo de los últimos días, diferentes organizaciones sionistas han intentado boicotear la exposición sobre la barbarie que está viviendo el pueblo palestino en la Franja de Gaza achacando un "claro antisemitismo". "El Museo Thyssen se desmarca del arte y se apunta al activismo anti judio con esta exposición en la que participa la UNRWA, la despreciable agencia de la ONU que incluso tuvo miembros participando directamente en la masacre del 70", afirmaba una reconocida organización sionista en redes sociales ante el anuncio de esta nueva exposición con la que el museo madrileño comienza su temporada de otoño.
En la presentación de este martes 23, donde además de Raquel Martí, han comparecido el ministro de Cultura del Gobierno de España, Ernest Urtasun, y Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, se ha expuesto la necesidad de "despertar conciencias" para todos aquellos que todavía niegan o rechazan la realidad que se está viviendo en la Franja de Gaza. Además, también han querido mostrar el reconocimiento a los "actos heroicos" de los fotógrafos anónimos que se juegan la vida todos los días para mostrar al mundo lo que está pasando. "Modestamente, porque es una exposición pequeña, no podemos mostrar nada más que un rincón de la inmensa devastación, de la inmensa ruina, del sufrimiento enorme de la población palestina. Pero tiene un valor de testimonio directo, de testimonio vivo, de testigos oculares que, además, son testigos protegidos", ha detallado Solana.
El ministerio de Cultura, encabezado por Ernest Urtasun, se ha comprometido a seguir promocionando y dando visibilidad a este tipo de acciones que pongan una lupa en el horror para que la sociedad no olvide la tragedia, los muertos y la sangre. UNRWA, de mano de Raquel Martí, ha explicado la "precaria" situación financiera que vive la entidad y, pese a los fondos destinados por la Unión Europea o países como España, en dos meses no tendrán más fondos para pagar a los 12.000 trabajadores en Gaza, los más de 4.000 en Cisjordania o más de 33.000 en Siria. Una situación que hará todavía más complicada para millares de personas que se encuentran en mitad de los conflictos.
En medio de la devastación y el dolor, esta exposición se convierte en un grito de memoria y dignidad. No son sólo fotografías: son miradas que atraviesan el silencio, voces que se niegan a ser borradas y fragmentos de vida que desafían la barbarie. Cada imagen recuerda que detrás de la estadística hay un rostro, una familia, una historia que merece ser contada. Al recorrer la galería, no solo contemplamos el sufrimiento de un pueblo, también la fuerza de su resistencia y la esperanza de que, algún día, la justicia y la paz logren abrirse camino en Gaza.