Puente asegura que el 68,2% de los trenes de Renfe llegan a su hora
El retraso medio durante este año ha sido de 6,2 minutos.

El retraso medio de los trenes de la flota de media y larga distancia de Renfe ha sido de 6,2 minutos desde el 1 de enero hasta el 2 de septiembre, según los datos que ha aportado este jueves en el Congreso el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
En su comparecencia a petición propia en la Comisión de Transportes de la Cámara Baja, Puente ha precisado sobre la puntualidad de los trenes de Renfe que, de las 71.062 circulaciones de los citados tipos de trenes, 48.444 llegaron a su hora hasta septiembre (68,2 % del total).
Otros 11.645 trenes, ha proseguido, llegaron con un retraso inferior a 15 minutos (el 84,6 %) hasta septiembre; 5.992 trenes marcaron un retraso menor a 30 minutos (el 93 %); y en el 2,4 % aproximadamente de desplazamientos su retraso fue superior a la hora.
El tiempo medio de los trenes con retraso de media y larga distancia fue de 16,1 minutos, ha dicho el ministro, quien ha apuntado que estos datos de retrasos medios será comunicados por Renfe cada mes.
El peor mes en cuanto a los retrasos de los trenes fue el pasado julio, con una media de 10,3 minutos, y de 20,4 minutos por parte de los trenes que sufrieron algún tipo de retraso.
"Se trata", ha dicho, "de la segunda mejor ratio de puntualidad tras la de la compañía suiza".
Al respecto de las incidencias ajenas al operador Renfe, Puente ha detallado que este año se han incrementado un 622 % en comparación con 2024 solo por culpa de los incendios, hasta afectar a 486 trenes.
El conjunto de los factores ajenos a Renfe (meteorológicos, lluvias, robos o incendios) fue el culpable del 23 % de las incidencias hasta septiembre, por el 7 % en 2024.
"Aún así, no estamos satisfechos con estas cifras", ha comentado Puente, quien ha insistido en que el material rodante "es el punto débil" del sistema ferroviario.
Dos años más de incidencias
Puente ha anticipado también que en los dos próximos años se producirán más incidencias en la red ferroviaria, al tener que estrenar nuevos trenes que pueden dar problemas, al mismo tiempo que conviven con otros trenes viejos que se han quedado obsoletos.
El ministro ha lamentado que hayan pasado 15 años sin estrenar ningún nuevo tren de larga distancia e incluso 17 años en el caso de los cercanías. Y ahora que se ha puesto en marcha el primero de esos trenes, el Avril de Talgo de la serie 106 de Renfe, ha dado problemas.
"Recientemente hemos tenido una incidencia muy seria en estos trenes al detectar en un una revisión rutinaria algunas fisuras en los bogies de los trenes que sirven en la línea Madrid-Barcelona, lo que nos ha obligado a retirarlos de la circulación, con las afectaciones lógicas que eso supone", ha explicado.
Con esta experiencia, Puente ha advertido de que los nuevos trenes que se empezarán a estrenar a partir del año que viene pueden también incurrir en ese "pecado de juventud", mientras que los trenes más viejos pueden dar problemas por su antigüedad.
"Quiero ser muy cauto porque yo me las prometía muy felices con el tren Avril y luego no ha sido tanto. Me temo que los dos siguientes años vamos a encontrarnos en las dos partes de la curva, con un material nuevo que algún problema dará y con un material en sus últimos años de vida", ha argumentado.
Puente ha adelantado que de los 500 trenes nuevos que se encargaron el año pasado, los primeros de cercanías llegarán a principios del año que viene, a un ritmo de entrega de unos dos por semana.
No obstante, cree que es necesario incorporar más trenes a la flota de Renfe, de forma que ya ha tenido los primeros contactos con los fabricantes (esta semana ha estado en la fábrica alemana de Siemens) para lanzar otro gran encargo.
