Rafael Mozo deja la presidencia de un CGPJ que lleva casi 5 años en funciones

Rafael Mozo deja la presidencia de un CGPJ que lleva casi 5 años en funciones

La jubilación de su presidente deja al órgano de gobierno de los jueces con 16 vocales y el dilema de su sucesión en el aire a cinco días de las elecciones generales.

Rafael Mozo, presidente del CGPJ, se jubila con el dilema de su sucesión en el aireA. Perez Meca

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) despide este miércoles en un pleno a su presidente, Rafael Mozo, cuya jubilación deja al órgano de gobierno de los jueces con 16 vocales y un dilema sucesorio ante la incertidumbre de si Vicente Guilarte, a quien corresponde sustituirle por ser el vocal de más edad, asumirá la presidencia.

Rafael Mozo se convirtió en presidente suplente del CPGJ tras la dimisión en octubre del año pasado de su antecesor, Carlos Lesmes, ante la falta de acuerdo político para renovar el órgano, y este miércoles, al cumplir 72 años, deja un órgano que ya ha superado los 4 años y medio en funciones, con la incógnita de quién será su sustituto.

En el pleno ordinario programado para esta mañana, el CGPJ abordará a petición de seis vocales -tres conservadores y tres progresistas- las condiciones para la presidencia del órgano, es decir, si se debe exigir que quien ostente el cargo tenga dedicación exclusiva.

Porque, según las normas que estableció este Consejo cuando Mozo asumió el cargo, el presidente suplente es el vocal de más edad y eso dirige la mirada al conservador Vicente Guilarte, quien por el momento no tiene dedicación exclusiva y ha compatibilizado su cargo con el de abogado y profesor universitario.

En su escrito, los vocales progresistas Álvaro Cuesta, Pilar Sepúlveda y Clara Martínez; y los conservadores Juan Manuel Fernández, Juan Martínez Moya y Nuría Díaz piden abordar "la cuestión comprometida" de si "este régimen de compatibilidad" del que ha disfrutado hasta ahora Guilarte "puede mantenerse ostentando la presidencia por sustitución".

Los seis consideran que, de aceptar convertirse en el nuevo presidente del CGPJ, debería "renunciar" a su trabajo como abogado y pasar a la situación administrativa de servicios especiales en su profesión universitaria.

Un debate que acogerá el órgano de gobierno de los jueces a cuatro días de las elecciones generales del 23 de julio y con un CGPJ que, con la salida de Mozo, sólo cuenta con 16 de los 21 vocales previstos en la ley: 10 conservadores y 6 progresistas.

Lleva más de cuatro años y medio en funciones -desde diciembre de 2018- y, por ello, no puede hacer nombramientos tras una reforma legal impulsada por el PSOE y Unidas Podemos, que el PP quiere derogar si llega a la Moncloa.

La situación ha dejado a la cúpula judicial, hasta el momento, con 84 vacantes: 22 en el Supremo, 1 en la Audiencia Nacional, 36 en Tribunales Superiores de Justicia y 25 en Audiencias Provinciales.