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Adiós a las ventanas de triple acristalamiento: expertos se unen para pedir evitar estos modelos estrella para ahorrar calefacción

Adiós a las ventanas de triple acristalamiento: expertos se unen para pedir evitar estos modelos estrella para ahorrar calefacción

No es una medida para todos los hogares.

VentanaGetty Images

Conseguir un buen aislante térmico para la vivienda es una de las principales preocupaciones por parte de todo el mundo, especialmente en zonas en las que los inviernos son especialmente duros y el frío se puede filtrar inevitablemente por las rendijas de las ventanas.

Para contrarrestar esta situación, una de las grande opciones en las últimas décadas se centra en el reforzamiento de las ventanas, que en muchas casos cuentan con un doble acristalamiento precisamente para evitar que el frío se apodere de las habitaciones.

Pero no solo eso, sino que desde hace tiempo, también se ha puesto de moda el triple acristalamiento para conseguir este objetivo. El fin principal es conseguir un mayor aislante térmico al tiempo que se reduce el uso de la calefacción. Es decir, incluir otro acristalamiento al mismo tiempo que se reduce la factura de la calefacción. Pero esto podría no tener sentido.

Al menos eso es lo que aseguran algunos expertos del sector energético. Según Luca Arenz, consultor energético y director general de una empresa de ingeniería de física de la construcción, la decisión de implementar un triple acristalamiento no es rentable para nadie.

Para justificar su posicionamiento recurre al valor U, que responde al coeficiente de transferencia de calor. Según explica, este valor solo es un 30% mejor para los marcos de las ventanas modernas en comparación con las antiguas. Así, precisa, que mientras que las ventanas con triple acristalamiento tienen un valor U de 0,5 W/mK, las de doble solo alcanzan un 3,0, por lo que la diferencia es abismal.

Sin embargo, insiste en que no merece la pena económicamente, ya que el coste de inversión de reformar la ventana y el ahorro anual en los costes de calefacción no es nada considerable. Argumenta que sustituir un metro cuadrado de ventana cuesta en torno a 450 euros, por lo que serían necesarios 20 años para recuperar la inversión y amortizarla

Y pone un ejemplo práctico. Si una casa tiene 20 metros cuadrados de superficie de ventanas, con un plazo de amortización de 20 años, se necesitaría ahorrar 450 euros al año en costes de calefacción, algo que a todas luces, no es realista.

Así, explica que una ventana con doble acristalamiento permite una mayor entrada de luz solar a casi cualquier rincón de la habitación en los meses de primavera y otoño, por lo que la necesidad de usar la calefacción disminuye enormemente. Pese a todo, sostiene que es una opción viable en determinados casos, pero no es una medida rentable para todos los casos.

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