Bernat, periodista de Barcelona de 32 años tras irse a Islandia, junta 50.000 euros en año y tres meses: "No hicimos ni entrevista de trabajo"
Cuenta que en su mejor mes superó los 5.500 euros, mientras que su nómina más alta en España había sido de 1.300 euros.

En Islandia viven alrededor de 2.300 españoles y cada año el país recibe a unos 72.000 turistas procedentes de España, según datos publicados por el Ministerio de Asuntos Exteriores en marzo de 2025. Son cifras modestas, pero suficientes para detectar una tendencia creciente: cada vez más jóvenes se plantean mudarse a esta isla de glaciares y volcanes para ahorrar.
Entre ellos se encuentra Bernat, periodista barcelonés de 32 años, que logró reunir 50.000 euros en apenas un año y tres meses trabajando en hoteles. Su historia podría servir de manual improvisado para quienes buscan un cambio de aires.
El plan original no incluía frío polar ni carreteras infinitas. Bernat y su pareja vietnamita se preparaban en 2023 para emigrar a Australia cuando el visado de ella tumbó la operación. "Cambiamos una isla por otra", afirma a infoemplea2. El destino final fue Islandia gracias a una amiga que le avisó de que los hoteles necesitaban personal. No hubo entrevista, ni filtros interminables ni burocracia enrevesada. "No hicimos ni entrevista de trabajo, se nos preguntó si hablábamos inglés y sobre cuándo podíamos venir", recuerda.
Llegaron a principios de junio y el primer contrato salió en una semana. Trabajaron toda la temporada de verano y, a finales de septiembre, ya estaban mudándose al segundo hotel, una dinámica que se repetiría dos veces más. En total, cuatro hoteles en quince meses y una idea clara: en Islandia, si uno quiere, trabaja.
La magia (muy racional) de la calculadora
En este tiempo, Bernat logró ahorrar 50.000 euros. La clave, señala, está en la lógica simple del gasto cero: "En Islandia apenas hay gastos, por eso se ahorra mucho". Fuera de Reikiavik, los hoteles suelen ofrecer alojamiento, comida y, a veces, incluso coche. En dos de los cuatro hoteles todo estaba incluido y, en el último, pasó nueve meses sin pagar ni un euro por esas necesidades básicas, con lo que cada sueldo iba casi íntegro al banco.
Además de los escasos gastos, el salario mínimo del país ronda los 2.500 euros al mes, pero en hoteles se cobran unos 3.000 euros por 170 horas de trabajo. Con turnos enlazados de mañana, tarde, fines de semana y un ritmo exigente, el mejor mes de Bernat superó los 5.500 euros. Su mejor nómina en España había sido de 1.300 euros.
Eso sí, no todo era perfecto. En ocasiones, las horas extra no se pagaban correctamente. Él y su pareja reclamaron con la normativa islandesa en la mano, mientras otros compañeros de diferentes nacionalidades preferían no protestar. Aun así, todos cobraban el doble que en sus países por tareas similares.
Trabajar en Islandia: fácil entrada, vida austera
Para conseguir el empleo, basta con inglés y cierta experiencia en hostelería. "Solo necesitas inglés para el sector de turismo, en restaurantes, hoteles y trabajos como guías de glaciares", asegura. Tampoco se exigen títulos rebuscados, sino que se valora la polivalencia, especialmente en hoteles pequeños y familiares.
El papeleo tampoco es una barrera. Aunque Islandia no forma parte de la UE, sí está en Schengen, con lo que se llega, se consigue trabajo, se solicita el número de seguridad social mediante un formulario online y se confirma la identidad en comisaría enseñando el pasaporte. "Es un proceso fácil y que en una semana está hecho", cuenta.
Pero la verdadera prueba no está en los trámites, sino en la vida diaria. La postal islandesa es tan espectacular como solitaria. "Es un país desértico, con pueblos muy pequeñitos, hoteles en medio de la nada, donde solo tienes vida social con los clientes y los compañeros de trabajo", describe el catalán.
Para urbanitas empedernidos, puede resultar duro. En cambio, para parejas o amigos que viajan juntos, puede ser perfecto. Sus sábados de invierno pueden describirse con una sola escena: "Ver una peli en pareja".
