Colocan cámaras trampa y logran capturar a uno de los felinos más raros: "Menos de 250 deben sobrevivir en estado salvaje"
Dado su estado en peligro de extinción, los científicos celebran su "emocionante redescubrimiento".
Durante años, se creyó que el caracal árabe (Caracal caracal schmitzi), el elusivo felino de las montañas y desiertos de la península arábiga, había desaparecido del paisaje emiratí. Pero ha vuelto a dar señales de vida gracias a una cámara trampa instalada en el Parque Nacional Wadi Wurayah acaba de demostrar lo contrario.
La organización benéfica Emirates Nature–WWF ha anunciado que, "en un hito para la conservación", un ejemplar de esta especie, en "Peligro Crítico" en la Lista Roja Nacional de la EAU, "ha sido redescubierto" en el parque mencionado, que se trata de "la primera área protegida de montaña de los Emiratos Árabes Unidos, gestionada por la Autoridad Ambiental de Fujairah (FEA)".
El hallazgo llega tras más de una década de incertidumbre, tiempo en el que el caracal árabe no había sido registrado oficialmente, y fue posible gracias a la combinación de monitoreo científico y participación ciudadana.
Las cámaras trampa, instaladas por especialistas y voluntarios del programa Líderes del Cambio de Emirates Nature–WWF, se activan por movimiento y captan imágenes tanto de día como de noche mediante luz infrarroja.
"El redescubrimiento del caracal árabe en Wadi Wurayah nos recuerda de manera contundente el papel del parque como refugio para especies raras y amenazadas", afirma Ali Hassan Alhamoudi, Director del Departamento de Biodiversidad y Recursos Naturales de la FEA.
El guardián invisible de las montañas
Reconocible por sus orejas negras coronadas con largos mechones, el caracal árabe es uno de los depredadores más emblemáticos del Golfo. Su rol como superdepredador es esencial, ya que mantiene el equilibrio ecológico al controlar las poblaciones de presas y evitar la degradación del ecosistema.
También es uno de los más esquivos. Su carácter solitario, nocturno y territorial lo hace casi imposible de ver. De ahí que cada registro sea un tesoro. En los últimos años, se habían producido avistamientos esporádicos en Jebel Hafeet (2019), cerca de Wadi Shees (2023) y ahora en Wadi Wurayah (2025).
De ahí la importancia de esta última aparición: "El emocionante redescubrimiento del caracal árabe ofrece una valiosa segunda oportunidad", explica Andrew Gardner, Director Asociado de Conservación de la Biodiversidad de Emirates Nature–WWF. "Proteger a este felino salvaje es una prioridad, no solo por su papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas, sino también por su valor cultural y su potencial como símbolo del ecoturismo en la región", añade.
Una segunda oportunidad para un depredador en peligro
El caracal árabe debe su nombre al término turco 'karakulak', que significa 'oreja negra'. En tiempos antiguos, se le entrenaba para cazar aves en Oriente Medio e India, pero hoy enfrenta una amenaza muy distinta: la pérdida de hábitat.
Se estima que quedan menos de 250 ejemplares adultos en estado salvaje. Por eso, cada redescubrimiento es una victoria, aunque comedida. "Un solo registro es una evidencia frágil, no una garantía de recuperación a largo plazo. Este hallazgo debe abordarse con acciones inmediatas y bien planificadas", señala Gardner.
Hasta la fecha, el programa Notice Nature ha movilizado a 1.836 participantes y recopilado 13.633 observaciones de fauna silvestre, combinando ciencia profesional y ciudadana para evaluar el estado de especies clave y orientar estrategias de conservación.