EEUU se queda sin palabras al descubrir la llegada de 100.000 peregrinos a este pueblo de España
Un ejemplo más de que la fe mueve montañas.

La fe de los peregrinos no sabe de fronteras ni distancias: impulsados por un fervor inquebrantable, miles de creyentes han recorrido centenares de kilómetros guiados únicamente por la esperanza de contemplar los restos de Santa Teresa de Ávila, de más 440 años antigüedad. Esta devolución tan profunda ha causado la sorpresa y conmoción en diversos medios estadounidenses.
Según Associated Press, el prior de las Carmelitas Descalzas de Salamanca, Miguel Ángel González, confirmó que alrededor de 100.000 personas visitaron la exposición pública del cuerpo de Santa Teresa de Ávila entre el 11 y el 25 de mayo, desplazándose hasta la villa salmantina de Alba de Tormes. Esta es la mayor afluencia de fieles a sus restos desde 1582 y la primera apertura del sepulcro en 111 años.
El fenómeno ha sido recogido por agencias como AP en Estados Unidos, donde titulares y foros católicos han destacado el silencio y la admiración que provocó esta multitudinaria peregrinación, sin precedentes en el siglo XXI. Asimismo, Fox News subrayó que “más de 100.000 visitantes viajaron para ver las reliquias de la santa”, describiendo el despliegue como una ocasión especial que no se repetirá en décadas.
Una oportunidad única
Nacida en Ávila en 1515, con el nombre de Teresa Ali Fatim Corella Sánchez de Capeda y Ahumada, ingresó en la vida conventual a los 16 años y fundó la Orden de las Carmelitas Descalzas, reforma por la que fue nombrada Doctora de la Iglesia en 1970. Falleció en 1582, a los 67 años, y desde entonces su cuerpo incorrupto ha dejado un testimonio vivo de espiritualidad que trasciende fronteras.
La veneración incluyó la apertura de un féretro de plata en el que se expuso el cráneo de Teresa de Ávila, vestida con su hábito, mientras el resto de sus restos permanecían cubiertos. Tras la clausura de la exposición, el ataúd fue sellado en un acto notarial, con la participación del prior, miembros de la Casa Ducal y representantes de la Orden, antes de que ocho carmelitas descalzas procesionaran la urna por las calles de Alba de Tormes.
Hasta ahora, no hay fecha ni garantía de una próxima exposición de los restos de Santa Teresa de Ávila. Lo cierto es que, tras esta ocasión histórica, Alba de Tormes se consagra como centro mundial teresianismo, y Estados Unidos, entre muchos otros países, se ha quedado sin palabras ante la manifestación de fe que ha congregado a 100.000 peregrinos en apenas quince días.