El dueño de un restaurante le dice a una clienta que no deje el pañal sucio de su hijo en el plato y esta se justifica: "No vi ningún contenedor"
Sociedad
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El dueño de un restaurante le dice a una clienta que no deje el pañal sucio de su hijo en el plato y esta se justifica: "No vi ningún contenedor"

Los trabajadores dicen estar "exasperados porque este verano vemos cada vez más turistas maleducados e incivilizados".

Restos de comida en un plato sucioGetty Images

Los trabajadores de la hostelería viven (y sufren) muchas experiencias en su día a día en el trabajo. Algunas de ellas son agradables, como por ejemplo cuando un cliente agradece el buen servicio o entrega una generosa propina. Sin embargo, no todas son igual de buenas y muchas veces los empleados sufren auténticos episodios bochornos, como pueden ser discusiones, peleas o faltas de respeto. 

En este caso, la experiencia de la siguiente camarera fue negativa, tal y como informan desde la prensa local. Todo comenzó en el restaurante italiano Rifugo Talamini, lugar donde el comportamiento de los clientes no era del todo cívico. Y es que, según denuncian sus propietarias, se encuentran "exasperados porque este verano vemos cada vez más turistas maleducados e incivilizados". 

"Por desgracia, creo que la situación solo empeorará en el futuro. Se quejan de que no tenemos todas las mesas del mismo color y de que los menús son demasiados simples. Luego hay grupos que reservan para 10 personas y solo llegan como 20; otros se quejan de las esperas de 40 minutos por sus platos... La lista es interminable y podríamos escribir un libro", afirma Michaela, una de las propietarias, al diario italiano Il Gazzetino.

Sin embargo, el caso más grave, tal y como describen las dos hermanas propietarias, fue cuando una de ellas, durante un servicio, observó que una clienta colocaba un pañal sucio en uno de sus platos terminados. "Un grupo de italianos se sentó a la mesa y comió, recogiendo sus platos. Note que habían dejado un pañal de bebé en uno de ellos. Se lo señalé con la mayor cortesía posible, indicándole a la señora que había contenedores, pero ella respondió que no había visto ninguno", explican al mismo diario. 

Según relatan las hermanas, el cambio de actitud de los clientes lo han notado especialmente tras la pandemia del COVID-19, momento en el que las personas dejaron de interactuar con respeto y empatía y comenzaron a actuar "pensando que hablaban con una pantalla en lugar de con personas reales con sentimientos". 

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