Guardiola (PP) gana en Extremadura pero su adelanto electoral sólo sirve para fortalecer a Vox; el PSOE, hundido
Los populares ganan un escaño con respecto a hace dos años, pero los de Abascal pasan súbitamente de 5 a 11 representantes. Los socialistas caen a su mínimo histórico en uno de sus grandes feudos.

La candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha ganado este domingo las elecciones autonómicas en esta región, pero el adelanto electoral que promovió ante su imposibilidad de aprobar presupuestos sólo ha conseguido hacer más fuerte a Vox, que logra un resultado histórico con 11 escaños. Una victoria agridulce que algunos barones del PP han encajado con cierta frialdad. "Mala gestión de expectativas", resumen.
Guardiola ha conseguido en estos comicios ser la primera fuerza política (en 2023 obtuvo siete mil votos menos que Fernández Vara) y mejorar por la mínima su resultado (pasando de 28 escaños a 29), pero apenas capitaliza la debacle socialista con Miguel Ángel Gallardo de candidato. En el PP extremeño aspiraban a lograr la mayoría absoluta o quedarse muy cerca para facilitar el entendimiento con Abascal, pero el que saca tajada del desastre del PSOE es Vox.
[Calculadora de pactos tras las elecciones de Extremadura 2025]
Un resultado, por tanto, agridulce para el PP, que ve cómo gana por segunda vez en su historia en un feudo tradicionalmente socialista, pero que se verá obligada de nuevo a la tediosa labor de una negociación con Vox henchido, tras conseguir uno de sus mejores resultados en unos comicios autonómicos (16,91% de voto). Es de hecho, el único que consigue más votos (39.000 más) junto a Unidas por Extremadura (+17.000) en unos comicios con participación a la baja.
La líder del PP en Extremadura adelantó hace dos meses las elecciones ante su imposibilidad de aprobar los Presupuestos de 2026 con el apoyo de Vox. Su objetivo era lograr la mayoría absoluta que le diera independencia absoluta dado que las relaciones con su 'socio' nunca han sido buenas. De hecho, Guardiola se negó hace dos años a formar gobierno "aquellos que niegan la violencia machista", así como a quienes "deshumanizan" a los inmigrantes o "colocan una lona y tiran a la papelera la bandera LGTBI" Unas palabras que tuvo que tragarse semanas después cuando, presionada por Ayuso y Génova, acabó aceptando que la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural acabara a recaudo de los de Abascal. Una claudicación que, entonces, se leyó como una debilidad de la dirigente.
Después, llegó la salida de Vox de todos los gobiernos autonómicos forjados con el PP y la ultraderecha pasó a la oposición. El trago tampoco fue fácil. Mientras Vox en estos últimos meses crecía a nivel nacional en las encuestas, las exigencias también eran mayores en las CC.AA. donde sus votos eran decisivos. Para aprobar las cuentas del próximo año, Vox ponía sobre la mesa eliminar el registro de sanitarios objetores al aborto; del gasto superfluo, la supresión de subvenciones para cooperación internacional, ideología de género, sindicatos y patronal; la derogación de la ley LGTBI o eliminar la ecotasa.
Abascal ya ha avisado de que sus exigencias seguirán siendo las mismas, ahora para investir como presidenta a Guardiola. "Quizás tengo que cambiar de candidato", señaló el líder de Vox en una entrevista. Algo que la líder del PP extremeño tildó de "machista".

En el marco de una participación a la baja, Guardiola ha conseguido cuatro puntos más de porcentaje de voto (43,16%) y 29 escaños, consiguiendo el segundo mejor resultado histórico para el PP después de que Monago obtuviera en 2011 32 escaños y más del 46% de los votos. Pero la subida de Vox devuelve a Guardiola al punto de partida y deja a Núñez Feijóo con la satisfacción de ver al PSOE hundido, pero también en una situación difícil al ver cómo Abascal le va comiendo terreno en el espectro de la derecha.
"Extremadura ha hablado y ha dicho que no quiere más sanchismo. Se cae el relato y el muro de Pedro Sánchez y el cambio en España está más cerca", ha señalado el líder del PP en un tuit tras seguir la noche electoral desde la sede de Génova, en Madrid.
Voces dentro del PP sí hacen un diagnóstico más tibio del resultado arrojado por los extremeños en las urnas. "Mala gestión de expectativas", dice uno de los barones del PP consultados por El HuffPost tras conocer el escrutinio completo. "Vamos a estar a leches con Abascal. Mientras Vox este tan alto, nadie podrá sacar mayoría absoluta", señala otro.
De momento, Vox tendrá la llave de gobierno en Extremadura al pasar súbitamente de cinco a 11 escaños. El partido de Abascal confirma así su tendencia alcista que ya barruntaban las encuestas a nivel nacional y pone de nuevo en aprietos al PP para forjar un gobierno, de la misma manera que ya han presionado en Aragón (con adelanto electoral para el 8 de febrero) y en Murcia. La gestión de este embrollo, evitando transmitir una imagen de muleta al PP, será el reto al que tendrá que enfrentarse ahora Abascal para no frenar sus expectativas electorales en próximos comicios autonómicos.
El PSOE, en su mínimo histórico

La gran debacle ha sido para el PSOE, que baja hasta su mínimo histórico con Miguel Ángel Gallardo como candidato. Los socialistas caen súbitamente hasta los 18 escaños (Fernández Vara sumó 28 hace dos años) y pierden casi la mitad de sus votos, lo que también supone un revés mayúsculo para un Pedro Sánchez en sus horas más bajas.
"El resultado es muy malo. Sin paliativos. Una forma de estar ajustado a la realidad es decir que los resultados son adversos", ha reconocido un Gallardo recibido con aplausos por parte de los simpatizantes del PSOE en la sede del partido.
Nadie confiaba en las posibilidades de Gallardo, un candidato gris y poco mediático que cargaba la imputación por el contrato del hermano del actual presidente del Gobierno. Pese a que en campaña ha recibido el apoyo expreso del propio Sánchez y del ministro extremeño estrella, el titular de Economía, Carlos Cuerpo, el socialista ha ido a contracorriente de unas encuestas que ya vaticinaban un desastre mayúsculo para su partido.
La lectura será también nacional, puesto que estas elecciones extremeñas han sido las primeras después de los diferentes casos de corrupción acorralan al Gobierno. A Gallardo, muy previsiblemente, sólo le quedará la opción de dimitir para dar paso a la reconstrucción de un partido que ha gobernado siempre en Extremadura desde 1983 salvo seis años. Tras los resultados, de momento, no ha querido dar ese paso. "Lo que menos me preocupa es mi futuro político. Mañana he convocado a la Ejecutiva regional y en los próximos días analizaremos la situación. Pero por encima de Gallardo está el PSOE de Extremadura", ha dicho.
Unidas Por Extremadura sube a los siete escaños

El derrumbe del PSOE provoca la subida de Unidas por Extremadura (Podemos, IU y Alianza Verde), que crece de los cuatro escaños a los siete. La candidata Irene de Miguel rompe también así el techo que había alcanzado en sus dos anteriores comicios como candidata. Un resultado excelente para la única formación competitiva a la izquierda del PSOE en estos comicios, puesto que Sumar no se presentaba.
"No podéis imaginaros la satisfacción que tengo tras haber recibido tanto apoyo. Hemos estado sembrando durante muchos años y sabíamos que algún día recogeríamos los frutos tras mucho trabajo. Somos una luz para toda esa izquierda transformadora que hay en nuestro país", ha dicho Irene de Miguel en su comparecencia de este domingo.
Este resultado supone un espaldarazo para Podemos (una de las piezas de la coalición) y la primera alegría para la formación liderada por Ione Belarra en años. Por el contrario, también se puede analizar como un revés para una Yolanda Díaz también en sus horas más bajas. La propia de Miguel ya marcó distancias con ella cuando, en una entrevista, la tildó de "fraude" para la izquierda.
Al respecto, Sumar se ha limitado a decir que los resultados en Extremadura - con una clara mayoría de PP y Vox en esta comunidad - es "preocupante" y debe servir como una "llamada a la acción" para recuperar la confianza de una mayoría progresista. Y toman nota de la "experiencia" de Unidas por Extremadura, a la que ha apoyado "para llevarla más allá".
