El pueblo de Huelva donde se instalaron las primeras pistas de tenis de España
Su origen se remonta a finales del siglo XIX.
El tenis se ha convertido en uno de los deportes más populares y seguidos en España, no solo por la emoción de sus torneos internacionales y el carisma de los tenistas más consagrados, sino también por la influencia que ha tenido en la cultura del país. La pasión por este deporte trasciende generaciones y regiones, pero no fue hasta hace poco más de un siglo cuando se instaló la primera pista en España.
Un hecho conocido por tan solo unos pocos apasionados a este deporte es que el tenis se empezó a practicar por primera vez en el entorno de las Minas de Riotinto, un municipio de la provincia de Huelva. Este importante hito se relaciona con la llegada de inversores británicos y algunas personalidades visionarias que impulsaron el desarrollo social y deportivo de la región en el siglo XIX.
El proceso comenzó en 1873, cuando la Primera República enajena Riotinto a un consorcio internacional formado por diversos británicos afincados en la localidad onubense que fundaron la Riotinto Company Limited. Uno de sus mayores precursores fue el doctor Alejandro McKay, quien se encargó de impulsar algunas de las costumbres inglesas más populares, entre ellas: el tenis.
Gran influencia inglesa
Según las crónicas de la época, fueron los ingleses quienes inauguraron la primera pista de tenis en la ciudad de Huelva y la ubicaron en el antiguo Hotel Colón en 1886, lo que actualmente es la Casa Colón. Esto causó que el doctor McKay se apoyara en el ingeniero alemán Guillermo Sundheim para la creación del Huelva Recreation Club, precursor del actual Real Club Recreativo de Huelva.
Por ello, el 18 de diciembre de 1889 se celebró una reunión decisiva en el marco del deporte español que formalizó el primer club de fútbol y tenis en España. Todo esto se rubricó en la sede de la Riotinto Company Limited, la actual Casa Colón. A partir de este momento, la capital onubense quedó estrechamente ligada a ambos deportes. Tanto es así que en 1912 el rey Alfonso XIII cedió al club Recreativo el trofeo Copa del Rey para que se dispute en Huelva.
La influencia británica en esta provincia no se limitó únicamente a la creación de equipos deportivos, sino que también se reflejó en la conformación de espacios de ocio y encuentro. Por ejemplo, la fundación del Riotinto English Club, posteriormente rebautizado como el Club Inglés Bellavista. En definitiva, los ingleses crearon en Huelva unas estructuras que imitaban las que ya existían en su país y que han prevalecido hasta el día de hoy.