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El regalo más clásico de San Valentín bajo la lupa de la OCU: el mejor de marca blanca vale menos de 4 euros y puedes comprarlo en este supermercado

El regalo más clásico de San Valentín bajo la lupa de la OCU: el mejor de marca blanca vale menos de 4 euros y puedes comprarlo en este supermercado

Mientras algunas cajas apenas alcanzan una puntuación aceptable, otras reciben valoraciones buenas o muy buenas, destacando dos con las mejores calificaciones globales.

Caja de bombonesGetty Images

Junto con las flores, la caja de bombones es uno de los obsequios más tradicionales en San Valentín. Un capricho dulce al que es difícil resistirse, a pesar de su alto contenido calórico, que ronda las 65 kcal en un bombón pequeño de 12 gramos. Lo que muchos desconocen es su elevado nivel de procesamiento, según alerta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras examinar 30 cajas con diferentes sabores y rellenos.

Uno de los aspectos que más destacan los expertos de OCU es la diversidad de grasas utilizadas. En 24 de las 30 cajas analizadas, se sustituye parte de la manteca de cacao (identificable porque se funde con el calor corporal) por otras grasas más económicas, como la de palma, palmiste, shea, coco, girasol o la grasa láctea. En algunos casos, incluso se combinan hasta cinco tipos distintos en un solo bombón.

Otra práctica cuestionable, ya que merma la calidad con el único fin de reducir costes, es reemplazar parte del azúcar con jarabes de glucosa y fructosa. Esto ocurre en 7 de los 30 productos evaluados.

Cabe señalar que los bombones sin azúcar no son necesariamente más saludables. Su contenido en grasa se mantiene y, en lugar de azúcar, incluyen edulcorantes como los polialcoholes, que pueden generar un efecto laxante si se consumen en exceso. Además, tampoco son la mejor opción para personas diabéticas, ya que los polialcoholes pueden incrementar los niveles de glucosa en sangre.

No son los únicos aditivos presentes en estas cajas. En todos los bombones analizados se encuentra lecitina, un emulsionante que permite distribuir la grasa de manera uniforme y mejora la fluidez. Otros ingredientes añadidos incluyen invertasa, ácido cítrico, bicarbonato, ácido sórbico o goma arábiga, más comunes en aquellos con relleno.

Toda esta combinación de ingredientes y aditivos convierte a muchos de los bombones analizados en productos ultraprocesados, lo que repercute tanto en su calidad como en su sabor y aroma, tal como refleja la cata realizada por un panel de pasteleros especializados. De hecho, mientras algunas cajas apenas alcanzan una puntuación aceptable, otras reciben valoraciones buenas o muy buenas, destacando dos con las mejores calificaciones globales.

  • Ferrero Rocher. Precio: 6,29 €/200g (31,45 €/kg). Bombón con una presentación atractiva. Se trata de una esfera de chocolate con leche y trocitos de frutos secos que envuelve un crujiente barquillo relleno de praliné de avellana. Su principal característica es el equilibrio de sabor y una textura agradable.
  • Fin Carré (70% cacao) de Lidl. Precio: 2,19 €/180g (12,17 €/kg). La caja incluye cuatro tipos de bombones distintos. Se caracterizan por su intenso gusto a cacao y una textura placentera en boca. Serían aún mejores si la capa exterior fuese algo más fina.

El precio de los bombones es otro aspecto relevante, ya que existen diferencias considerables entre las distintas marcas analizadas: desde los 7,60 €/kg de las Trufas de El Corte Inglés hasta los 68,53 €/kg de los Dulces Deseos de Lindt. Como es habitual, las marcas blancas de supermercado se encuentran entre las más económicas, con un precio medio de 13,02 €/kg.