El único pueblo de Madrid donde el agua sigue llegando con camiones cisterna
En un periodo de año y medio llegaron a subir 465 camiones.

En plena era de la automatización y la digitalización de servicios, todavía existen pequeñas localidades que se enfrentan a unas condiciones de vida mínimas y un acceso limitado a servicios básicos. En este contexto, Las Herreras emerge como el único núcleo poblacional de la Comunidad de Madrid donde el suministro de agua no es corriente, sino que hoy en día se sigue realizando mediante camiones cisterna.
Esta es una de las ocho pedanías que conforman Santa María de la Alameda, ubicada en plena sierra oeste de Madrid, y tan solo cuenta con nueve vecinos censados. En el inicio de la calle Ladera, junto al parque Los Fortines, el Ayuntamiento ha instalado una señal que prohíbe el estacionamiento de vehículos, ya que si lo hacen el camión cisterna del Canal de Isabel II no puede pasar para llevar el agua al depósito del pueblo.
Esta es la única manera de hacer llegar este bien esencial a los pocos habitantes que todavía viven en Las Herreras, quienes no tienen agua corriente del grifo si este proceso no se lleva a cabo, lo que les impide algunas realizar labores cotidianas como ducharse o poner una lavadora. “No sé cómo el Canal no se cansa de traer cisternas”, explica Alejandro Herranz, uno de los pocos residentes de Las Herreras, en declaraciones recogidas por Infobae.
Dependencia de los camiones
Alejandro, al igual que el resto de los vecinos, está preocupado porque la pedanía no desaparezca, pero para que esto ocurra es necesario que el Canal de Isabel II conceda nuevas licencias para el suministro de agua en finchas y viviendas. “A mí me llevan dos años denegando dos licencias para dos enganches con la excusa de que no hay red. El pueblo lo que hace es sobrevivir y quiere crecer. Esto hay que solucionarlo”, explica.
Los vecinos han aprendido a valorar este servicio esencial y ya están acostumbrados a ver los camiones cisterna llegar a sus calles varias veces por semana para abastecer el depósito, el cual tiene una capacidad de 50 metros cúbicos. Cuando está a punto de vaciarse un sensor avisa al Canal y los camiones suben a rellenarlo. El agua es potable y se puede consumir sin problemas, pero antiguamente había que ir a buscarla directamente a un manantial.
Según información facilitada por el Canal, entre junio de 2023 y diciembre de 2024 se enviaron un total de 465 camiones cisterna, cada uno con una capacidad de 15 metros cúbicos. Esto supuso un gasto total de 166.495 euros que corre a cargo de la empresa pública. Por su parte, los vecinos pagan las tarifas normales sin ningún sobrecoste adicional.
Ante esta problemática, Gloria de Castro, la alcaldesa de Santa María de la Alameda, asegura que existe un proyecto “costoso” para llevar el agua desde otra pedanía y dejar de utilizar el depósito y los camiones. “En estos momentos estamos valorando la posibilidad de suministrar agua potable al núcleo urbano de Las Herreras mediante un entronque desde la arteria de Robledo de Chavela”, explica un portavoz del Canal de Isabel II.