En una pequeña ciudad de Estados Unidos los vecinos tienen que tener un arma por ley: "No vamos a ir a tocar a su puerta y decirle: 'Déjeme ver su arma'"
Una ordenanza municipal que llega vigente desde 1982.

En una ciudad donde a menudo se percibe el olor a pan recién horneado y donde las cafeterías conservan tarjetas de agradecimiento de los recién casados escritas a mano, se mantiene una ordenanza municipal que contrasta con el ambiente acogedor que se respira en sus calles. En este sentido, una ley municipal de los años 80 obliga legalmente a los residentes a poseer armas de fuego y municiones.
Esto ocurre en Kennesaw, una ciudad suburbana en el condado de Cobb, en Georgia, donde desde 1982 el código municipal exige que “todo jefe de familia” dentro de los límites de la ciudad tenga un arma de fuego y municiones. La norma incluye varias exenciones explícitas: personas con discapacidades físicas o mentales que les impidan usar un arma, condenados por delitos graves y quienes por convicción religiosa se opongan a poseer armas.
A pesar de la literalidad del precepto, la práctica municipal es muy distinta de la imagen que evoca la frase “obligatorio tener un arma”. El alcalde Derek Easterling ha subrayado que la ciudad no va a investigar puerta por puerta ni exigir pruebas de cumplimiento: “No vamos a ir a tocar a su puerta y decirle: ‘Déjeme ver su arma’”, asegura en declaraciones recogidas por la BBC. "No es como si uno fuera por ahí llevándola en la cadera como en el Salvaje Oeste", explica.
Una ordenanza simbólica
El texto legal, vigente en el código municipal y consultable en bibliotecas de ordenanzas públicas, establece que la obligatoriedad es “para garantizar y proteger la seguridad y el bienestar general de la ciudad y sus habitantes”. No obstante, nadie ha sido procesado ni arrestado por incumplir la ordenanza desde su entrada en vigor en 1982. De hecho, en ocasiones se ha calificado la medida más como un gesto político que como una norma aplicada activamente.
Para algunos vecinos esa ordenanza es un motivo de orgullo, ya que creen que favorece la autodefensa y disuade a la delincuencia, además de ser un guiño a la aceptación de la cultura de las armas. El departamento de policía de Kennesaw publicó que no hubo asesinatos registrados en 2023, aunque sí se reportaron muertes por suicidio con arma de fuego. Las autoridades destacan esas cifras cuando se habla de la relación entre armas y seguridad pública.

La ordenanza de Kennesaw nació en un contexto nacional tenso sobre armas: poco antes, poblaciones como Morton Grove (Illinois) habían dado pasos radicales buscando prohibir la posesión de armas, lo que provocó reacciones contrarias en otros municipios. La medida de Kennesaw fue interpretada en su momento como una declaración política, así como una respuesta simbólica a las prohibiciones locales que habían atraído la atención nacional.
