Enfrentan a estos misteriosos seres marinos con el test que desquicia a los niños: el resultado obliga a replantear todo
El artículo ha sido publicado en la revista Proceedings of The Royal Society B.
Las sepias son conocidas por ser expertas en el arte del camuflaje, pues tal y como recuerda National Geographic, sus cuerpos contienen cerca de 10.000.000 células que les ayudan a cambiar de color, textura y patrón cuando lo necesitan, ya sea para esquivar a un depredador o para comunicarse con sus semejantes.
Sin embargo, este no es el único motivo por el que esta especie sorprende a los científicos, pues según un reciente estudio, la especie logró superar, y hasta con más éxito, la prueba del malvavisco, un test diseñado para probar la capacidad de los niños para aplazar la gratificación. El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
El test consiste en ofrecer un premio a un niño, generalmente un dulce, al que se le explica que si lo rechaza ahora se le dará una mayor recompensa más tarde. Para la realización de la prueba en estos animales marinos, los investigadores modificaron el proceso y ofrecieron a las sepias dos tipos de alimentos, uno más apetecible para ellas (los camarones) y otro menos llamativo.
Después, la comida se introducía detrás de dos puertas, una marcada con un círculo (donde se encontraba el alimento menos apetecible) que se abría antes y otra que se abría más tarde señalada con un cuadrado. En el caso de que las sepias escogiesen la primera puerta, la segunda ya no se abría. Después de un tiempo realizando el test, los animales aprendieron con cierta facilidad que si esperaban un poco recibirían una mejor recompensa.
Además de su capacidad para camuflarse y para esperar a la hora de recibir una gratificación, cabe destacar que la sepia común también destaca por su capacidad para recordar qué, cuándo y dónde comió por última vez.