Primero fueron los restaurantes chinos. Luego llegaron los bazares, herederos del clásico "Todo a 100" hace ya dos décadas. Ahora, estos últimos protagonizan una oleada masiva de cierres en la Península, un fenómeno que todavía no ha llegado a Menorca.

En Menorca, alrededor de quince bazares chinos aguantan firmes frente a la crisis que sí golpea a Mallorca, donde numerosos establecimientos han echado ya el cierre, según Menorca.info. En cambio, en la isla menorquina ocurre lo contrario: en Ciutadella, en el último medio año, abrió sus puertas otro bazar chino en el polígono industrial, y hace dos años llegó al municipio Hiper Xinès, con tiendas tanto en Ciutadella como en Maó.

Dalin Yan, propietario de uno de los bazares más antiguos de Ciutadella, ubicado en la Avinguda Palma de Mallorca desde hace 14 años, ofrece un diagnóstico claro: "Después de un boom siempre viene un bajón y se reequilibra todo". El empresario, que lleva tres décadas en Menorca, apunta directamente al comercio electrónico: "Los bazares se han quedado obsoletos por culpa de internet, que ofrece precios imbatibles", afirma. "Entre el 80 y el 90 por ciento de la gente compra directamente a China" mediante plataformas digitales.

Yan explica que "los márgenes son muy pequeños", lo que hace difícil sobrevivir sin recurrir a un modelo familiar: "Si tienes empleados, las nóminas se llevan los beneficios". En China, según Yan, ya han cerrado un 25% de estos comercios: "Nosotros somos revendedores, solo quedarán los que aguanten".

Además, critica la alta presión fiscal que sufren estos negocios en España, aunque se muestra optimista respecto al futuro inmediato: "En verano todavía hay mercado, aunque en invierno cuesta más. Siempre seguirá habiendo gente que necesite una herramienta o un bolígrafo".

Sobre las tensiones arancelarias, Yan valora positivamente la postura española frente a Bruselas y Estados Unidos: "Pedro Sánchez ha sido listo al buscar acuerdos con China", ya que España importa principalmente productos de Asia, y apenas recibe mercancías americanas.

En Menorca, subraya Yan, "el 75 por ciento de las tiendas son negocios familiares", algo que podría explicar la resistencia frente a los cierres que sacuden a otros puntos del país. En Maó, por ejemplo, resiste uno de los bazares más veteranos de la isla, con más de veinte años de historia en la Avinguda Josep Maria Quadrado, respaldado por una familia con varias sociedades en marcha.