Este es el mayor cañón del Sistema Solar
Parece ser el resultado de procesos tectónicos y volcánicos de una escala colosal.

En el corazón del planeta rojo se extiende una de las estructuras geológicas más impresionantes jamás observadas por la ciencia planetaria: Valles Marineris. Esta gigantesca fractura en la superficie marciana no solo desafía la imaginación por su tamaño, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la historia geológica de Marte. A diferencia de los cañones terrestres, que suelen formarse por la erosión de ríos durante millones de años, Valles Marineris parece ser el resultado de procesos tectónicos y volcánicos de una escala colosal.
El descubrimiento de Valles Marineris se remonta a la década de 1970, cuando la sonda Mariner 9 de la NASA transmitió las primeras imágenes detalladas de la superficie marciana. Lo que los científicos vieron fue una grieta de más de 4.000 kilómetros de longitud, hasta 700 kilómetros de ancho en algunas secciones y con profundidades que alcanzan los 10 kilómetros. Para ponerlo en perspectiva, si este cañón estuviera en la Tierra, se extendería desde la costa este de Estados Unidos hasta la costa oeste, cubriendo casi todo el continente norteamericano.
La magnitud de Valles Marineris ha llevado a los geólogos planetarios a replantearse cómo se forman las grandes estructuras en otros mundos. A diferencia del Gran Cañón del Colorado, que fue esculpido por el río Colorado durante millones de años, Valles Marineris parece haberse originado por la fractura de la corteza marciana debido a la expansión del terreno en la región de Tharsis, una vasta meseta volcánica cercana. La presión generada por la actividad volcánica en Tharsis habría provocado que la superficie se agrietara, creando una red de fallas que eventualmente se transformaron en este colosal cañón.
Además de su origen tectónico, hay evidencias de que el agua también jugó un papel en la evolución del cañón. Se han identificado antiguos canales de flujo y depósitos sedimentarios que sugieren que, en algún momento del pasado marciano, el agua líquida pudo haber circulado por el fondo del cañón. Esto ha convertido a Valles Marineris en un objetivo prioritario para futuras misiones de exploración, ya que podría albergar pistas sobre la posible existencia pasada de vida en Marte.
La estructura del cañón no es uniforme. Está compuesta por una serie de valles interconectados, cada uno con características geológicas distintas. Entre los más destacados se encuentran Ius Chasma, Tithonium Chasma y Coprates Chasma, todos ellos con paredes escarpadas, deslizamientos de tierra masivos y capas de sedimentos que podrían revelar la historia climática del planeta. En algunas zonas, las paredes del cañón muestran estratos que podrían haber sido depositados por procesos volcánicos, eólicos o incluso fluviales.
La exploración de Valles Marineris no ha hecho más que comenzar. Aunque ninguna misión ha aterrizado aún en su interior, orbitadores como Mars Reconnaissance Orbiter y Mars Express han proporcionado imágenes de alta resolución que permiten a los científicos cartografiar su geología con un detalle sin precedentes. Estas observaciones han revelado la presencia de minerales hidratados, lo que refuerza la hipótesis de que el agua desempeñó un papel importante en su historia.
En términos de escala, Valles Marineris es simplemente descomunal. Su longitud es casi diez veces mayor que la del Gran Cañón, y su profundidad es más del doble. Si se colocara el Monte Everest en su punto más profundo, aún quedaría más de un kilómetro por debajo del borde del cañón. Esta comparación ilustra no solo la magnitud de la estructura, sino también la diferencia entre los procesos geológicos que actúan en Marte y los que conocemos en la Tierra.