Este es el motivo por el que los ascensores de los hospitales no tienen espejo
Pese a sus numerosos beneficios, nos son habituales en estos espacios por una sencilla razón.

Al entrar en un ascensor, no es muy habitual pararse a pensar en la presencia del espejo que adorna su interior. Sin embargo, este elemento, cuya instalación se remonta a más de un siglo, no está ahí por casualidad, sino que cumple funciones que van desde la seguridad hasta el confort psicológico.
El ascensor moderno fue diseñado en la década de 1850 por Elisha Otis, quien incorporó un revolucionario sistema de seguridad para prevenir caídas en caso de rotura del cable de tracción. Ya en 1857, los espejos comenzaron a formar parte de los ascensores públicos, una decisión que inicialmente respondía a preocupaciones de seguridad.
Gracias a los espejos, los usuarios pueden observar a quienes comparten el espacio, lo que ayuda a detectar comportamientos sospechosos o señales de peligro, como posibles robos o agresiones. Además, la presencia de un espejo puede disuadir actos de vandalismo y contacto físico no deseado, lo que contribuye a un entorno más seguro.
Otros beneficios
Más allá de la seguridad, los espejos desempeñan un papel crucial en la experiencia psicológica de los usuarios. Una de sus funciones principales es reducir la sensación de encierro en un espacio pequeño, aumentando visualmente la percepción de profundidad. Esto resulta especialmente útil para personas que sufren de claustrofobia, ya que ayuda a calmar la ansiedad que podría surgir durante el trayecto.
También son herramientas prácticas para usuarios con discapacidades físicas. Por ejemplo, las personas en silla de ruedas pueden utilizar el reflejo para orientarse y maniobrar con mayor facilidad, haciendo que las entradas y salidas del ascensor sean más cómodas.
Y, aunque no es su función principal, los espejos ofrecen de igual forma una distracción agradable. Durante el trayecto, muchos usuarios aprovechan para arreglarse el pelo, retocar el maquillaje o incluso tomarse una foto. Este aspecto lúdico añade un toque de confort al uso cotidiano del ascensor.
Entonces, ¿por qué no hay en ascensores de hospitales?
A pesar de sus múltiples beneficios, los espejos no están presentes en todos los ascensores. En los modelos espaciosos o de diseño panorámico, su utilidad se reduce. Tampoco son comunes en hospitales, donde podrían afectar el estado de ánimo de los pacientes al verse reflejados en un momento de vulnerabilidad.