Julia, abuela jubilada: "De mi pensión de 1.100 euros viven mi hija y mis nietas, si hago un gasto extra no comen"
La mujer explica que recibe 700 euros de jubilación y 400 euros por viudedad.
En un país donde el coste de la vida no deja de subir, las pensiones se han convertido en el último salvavidas para muchas familias. Julia Suárez, una mujer jubilada y viuda, es el rostro de esta realidad silenciosa. Con una pensión que suma 1.100 euros —700 de jubilación y 400 de viudedad— sostiene no solo su propio día a día, sino también el de su hija Noelia, actualmente en paro, y sus dos nietas.
"Si hago un gasto extra, mis niñas no comen", confiesa Julia, con una sinceridad que desarma. La frase resume la crudeza de una situación que se repite en muchos hogares españoles: mayores que, lejos de disfrutar de una jubilación tranquila, se convierten en el sustento económico de generaciones más jóvenes atrapadas en la precariedad.
El alquiler, la luz, el comedor escolar, el material para el colegio y la comida son gastos fijos que devoran el presupuesto familiar. Noelia, aunque percibe la prestación por desempleo, admite que sin la ayuda de su madre no podría afrontar ni lo más básico. "Incluso trabajando, ahorrar es imposible. Si pagas alquiler, no comes", afirma con resignación.
Este caso no es aislado. Según datos de la Unión Democrática de Pensionistas, más de la mitad de los jubilados en España ayudan económicamente a sus familias. Las pensiones, lejos de ser un complemento, se han convertido en el eje sobre el que se sostiene la economía doméstica de miles de hogares.