Peter, un padre de Viena, quería conseguir algo de comer rápido y se vio obligado a pagar una multa de 400 euros por aparcar en propiedad privada. Los expertos ya están hablando de un nuevo modelo de estafa.  

Según ha informado Heute, el protagonista aparcó su coche en el aparcamiento de un particular para ir al restaurante. Más adelante, el propietario le mandó una demanda de pago de 400 euros.

Lo que no esperaba era que, meses después, una empresa cobró 156 euros adicionales por "costes de seguimiento". El padre se enteró de que el pago de los 400 euros solo sirvió para evitar una demanda. 

"¡Qué vergüenza!", señaló Peter al citado medio. Ocho meses después de ese primer pago, el propietario hizo una reclamación de daños y perjuicios. Algo que para los expertos es un modelo fraudulento. 

Michael Niessen, director de Derecho Internacional del ADAC, ha avisado del peligro de tomar a la ligera las demandas por intrusión en Austria. Los expertos recomiendan evitar estas propiedades y prestar atención a las señales.

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