Los agricultores españoles se blindan ante la sequía con un hallazgo clave en Marruecos
Han recurrido a un árbol resistente a las altas temperaturas y que requiere poca agua.

Un grupo de viticultores de Baixas, al norte de Perpiñán (Francia), está buscando alternativas para diversificar sus cultivos y adaptarse a los desafíos del cambio climático. Conscientes de los riesgos que tienen las tierras catalanas debido a la aridificación, estos agricultores han decicido explorar nuevas opciones para resistir mejor las altas temperaturas y la sequía.
Hace poco más de un año, un puñado de viticultores locales decidió unirse a un colectivo para experimentar con cultivos más resistentes a la sequía, como el árbol de argán, originario de Marruecos.
Vincent Connes, Philippe Morat, Jean Delmau, David Tofinos, Thomas Montes y François-Xavier Dauré, todos colaboradores de la bodega cooperativa Dom Brial, se unieron para encontrar soluciones que no solo ayuden a mitigar los efectos de la crisis hídrica, sino también a diversificar la producción ante la caída de las ventas de vino.
"Los seis contribuimos a la bodega cooperativa Dom Brial. Cada uno plantó algunas plantas para intentar diversificar. Como estábamos en la misma onda, pensamos que unirnos para ayudarnos mutuamente era una buena idea", explica a L'Independant Vincent Connes.
Un árbol de secano
La elección de árbol de argán no es casualidad. Este árbol es conocido por su resistencia a las altas temperaturas y su bajo requerimiento de agua, lo que lo convierte en una opción prometedora frente a la aridifación creciente en la región.
"Partimos de una simple observación: no hay agua en el departamento. Así que analizamos lo que se estaba plantando en lo países mediterráneos para ver si podíamos adaptarlo a la región catalana. En Marruecos, hay árboles de argán por todas partes, aunque el clima es muy seco. Queríamos probarlo aquí, donde nuestro clima también se adapta al cultivo del argán", señalan los viticultores.
El único obstáculo ha sido la dificultad para conseguir las semillas, ya que no se comercializan fácilmente en Francia, ni en Marruecos, donde el cultivo está restringido. "Es difícil de encontrar. En Marruecos, es una reserva privada, no queiren que se produzca en ningún otro lugar que no sea el suyo", comenta David Tofinos, quien finalmente ha logrado conseguir las semillas en España, sin revelar más detalles.
En octubre pasado, los viticultores comenzaron a plantar algunas hectáreas de argán en Baixas, con la esperanza de que el árbol pueda prosperar en la región. "Para que el árbol de argán sobreviva, solo necesita 120 mm de lluvia al año. Para que produzca, necesita entre 200 y 240 mm", desarrolla Connes.
"Por ahora, no tenemos ninguna perspectiva, pero decidimos probarlo. No tenemos ni idea de si funcionará. Lo sabremos en cinco o seis años. Creemos en ello. Si funciona, nos ayudará mucho", concluye.