Medida desesperada de dos rusos para salvar uno de los edificios emblemáticos de Benidorm
Una pugna judicial que lleva en el aire desde el año 2017.

Los rascacielos Gemelos 28, situados en Benidorm (Alicante), se han convertido en el centro de una controversia legal y urbanística. En 2017, el Tribunal Supremo obligó a la Generalitat valenciana a la demolición de las conocidas torres, ubicadas en primera línea de costa, por invadir por poco más de cuatro metros una zona protegida. Ocho años más tarde, los edificios todavía se mantienen en pie y la pugna judicial continua.
En total son 171 viviendas las que se ven afectadas, de las que 84 son propiedad de ciudadanos rusos. Las indemnizaciones a los propietarios alcanzarían los 58.981.085,32 euros, más un 20% extra que obligó a sumar el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Además, en caso de que estos edificios fueran derribados, podrían volver a construirse siguiendo el mismo diseño pero cuatro metros más lejos del límite marcado por la Ley de Costas.
No obstante, ahora dos propietarios de origen ruso, dueños de sendos pisos en los mencionados rascacielos, han presentado al Congreso de los Diputados una propuesta legislativa que busca evitar el derribo y luchar por este ícono de la ciudad de Benidorm. Según informa El Español, han enviado a la Cámara Baja un borrador de proposición de ley en el que solicitan evitar “un perjuicio al erario público” y riesgos ambientales. En este documento se enumeran una serie de condiciones que deberían cumplir los edificios a los que pretende ser aplicado.
La situación actual
La iniciativa plantea una reforma legal aplicable a “edificaciones residenciales ubicadas en suelo en situación básica de urbanizado” que hayan sido “construidas con anterioridad al 31 de mayo de 2013, al amparo de títulos administrativos habilitantes otorgados por las Administraciones públicas competentes”, y que posteriormente hayan sido “declarados disconformes” a través de una decisión judicial.
Todas estos condicionantes los cumplen los rascacielos Gemelos 28, por lo que estos podrían beneficiarse de la reforma legal planteada. Según la propuesta, elaborada por el despacho Soriano i Piqueras, en estas edificaciones tan solo podrían realizarse “las intervenciones que prevea la legislación en materia de ordenación territorial y urbanística”. Una medida desesperada puesta en marcha por dos propietarios que quieren salvar sus viviendas.
Además, el Ayuntamiento de Benidorm también busca preservar estas dos torres porque su demolición podría causar “consecuencias muy graves” al medio ambiente. Su ubicación privilegiada, colindante con el Parque Natural Serra Gelada, integrante de la Red Natura 2000, aumenta la preocupación ante la posibilidad de provocar vertidos de aguas residuales y otros daños ambientales durante un eventual derribo.
Mientras algunos sectores del Ayuntamiento de Benidorm trabajan en alternativas para retrasar o mitigar el proceso de demolición que, según informan, podría provocar afecciones a la movilidad y afectar a edificaciones cercanas, existe también la voz quienes sí exigen el cumplimiento estricto de la sentencia judicial. Es el caso del propietario de una vivienda situada justo detrás de Gemelos 28, quien asegura que estos edificios le bloquean su vista al mar.
