Pillados en la cabina por el maquinista: la razón que retrasó un tren media hora

Pillados en la cabina por el maquinista: la razón que retrasó un tren media hora

De pe-lí-cu-la (porno, claro). El tiempo de la demora no tiene por qué coincidir con el resto del incidente.

Imagen de archivo de una mujer leyendo algo en su móvil y riéndose, ante un vagón de Rodalies.Getty Images

El siguiente suceso no tiene nada que ver con la serie de retrasos que viene experimentando el servicio de cercanías en Cataluña, Rodalies. Se trata de una decisión tomada por un perplejo y molesto -por utilizar algún eufemismo- maquinista, ante la escena que se encontró en la cabina cuando se disponía a hacer su trabajo. La locomotora ya estaba ocupada por dos personas que se habían colado para unos menesteres ajenos a la actividad ferroviaria.

Los hechos que sacó a la luz el Diari de Tarragona tuvieron lugar durante la noche del pasado miércoles, en el tren con salida de Tortosa y destino a la estación de França, en la ciudad condal. Aquel trayecto tenía fijada una clara hora de salida: las 20.55 horas. No ocurrió hasta pasados 30 minutos respecto al horario previsto. Y la razón está en lo que se encontró el maquinista cuando abrió la puerta de la cabina. Allí se topó con uno de sus compañeros de trabajo, el interventor de tren. Pero no estaba sólo.

Al llegar a la cabina para emprender el trayecto, el maquinista 'pilló' al interventor manteniendo relaciones íntimas con una mujer en dicha estancia. Además, unas dependencias reducidas, que según el relato del diario catalán explican el resto del incidente. Como no había mucho sitio para tales prácticas, la pareja acabó tocando con sus cuerpos parte de los mandos que se utilizan para dirigir el tren. Este último factor motivó que cuando el maquinista dio traslado a sus superiores de lo que había presenciado, se negase a utilizar ese cuadro de mando.

Rechazo total a usar los mandos sobre los que se había apoyado la pareja

La negativa del maquinista a utilizar un material de trabajo que había estado en contacto con los cuerpos del interventor y la mujer durante las relaciones íntimas acabó derivando en un cambio de maquinaria. Literalmente fue desenganchada de los vagones y sustituida por otra locomotora. La otra se quedó en la estación para ser sometida a un proceso de limpieza exhaustiva. 

Respecto al resto de involucrados en esta historia, el maquinista pudo emprender el trayecto finalmente. La mujer se quedó también en Tortosa, mientras que al interventor se le ha abierto expediente por parte de Renfe, según la citada información.