Pillan a una jubilada enferma robando productos en un Lidl y la reacción inusual de la policía es de aplaudir
Una decisión desesperada motivada por una angustiosa situación.

A veces, cuando la vida arrincona a las personas y les obliga a elegir entre la necesidad y la dignidad, surgen decisiones que jamás habrían imaginado tomar. La desesperación, sobre todo cuando se mezcla con la enfermedad, la pobreza y la soledad, puede empujar a cualquiera a cruzar límites que en circunstancias normales serían impensables. Precisamente, esto fue lo que le ocurrió a una anciana de Polonia.
Una historia que ha conmovido a la opinión pública local: una mujer jubilada de 65 años fue sorprendida intentando salir de un supermercado Lidl con varios productos no pagados. Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre en la ciudad de Oświęcim, cuando la anciana hambrienta y enferma de cáncer tomó una decisión desesperada y optó por llevarse comida que no podía permitirse.
Su pensión, insuficiente para cubrir tanto los tratamientos médicos como sus gastos básicos, la había dejado sin alternativas. Lo que no imaginaba era que, en lugar de recibir un castigo ejemplar, encontraría en la policía una inesperada muestra de empatía que cambiaría por completo el rumbo de aquella amarga mañana. Cuando patrulleros locales acudieron al lugar optaron por ayudarla en vez de condenarla.
Un ejemplo de solidaridad
Según recoge Fakt, la anciana fue pillada robando varios alimentos por un valor aproximado de 80 zlotys (unos 19 euros). Al ser interrogada, entre llantos y angustia, explicó que su pensión de 1.500 zlotys (aproximadamente 355 euros) apenas le alcanza para facturas y medicación. Además, padece cáncer y estaba esperando ingreso hospitalario, por lo que ese mes no tenía dinero para comer.
La reacción de los agentes llamó la atención: tras comprobar que la mujer no tenía antecedentes por hechos similares, los policías la amonestaron verbalmente y la pusieron en contacto con los servicios sociales del municipio para buscar apoyo permanente. Además, pagaron los productos que la mujer llevaba en la cesta y se los devolvieron. Las autoridades locales han explicado que la decisión respondió a la situación de vulnerabilidad de la afectada.
El caso no se quedó ahí, sino que la difusión de la noticia desencadenó una oleada de solidaridad. Asociaciones locales y vecinos han organizado recogidas de alimentos y pequeñas donaciones para ayudar a la mujer hasta que sus circunstancias mejoren. La policía local también ha ofrecido canalizar las ayudas a través del Centro de Servicios Sociales de Oświęcim y de la asociación “Pokolenia” para asegurarse de que reciba apoyo continuado.
