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Pocos se han percatado de que en Zaragoza hay un puente levadizo que permitió navegar por el Canal Imperial de Aragón

Pocos se han percatado de que en Zaragoza hay un puente levadizo que permitió navegar por el Canal Imperial de Aragón

Una infraestructura que llevaba inoperativa más de seis décadas.

Espectacular horizonte de la ciudad de Zaragoza al atardecerGetty Images

Tras más de seis décadas inactivo, el emblemático puente levadizo del Canal Imperial de Aragón ha recobrado su protagonismo gracias a la reciente reapertura de las esclusas de San Carlos, que en mayo han recuperado la capacidad de elevar y descender compuertas entre los distintos niveles del cauce. Esto supone un hito en la historia de este conducto aragonés ya que revive el legado del único puente levadizo de Zaragoza.

El sueño de la navegabilidad en el canal se materializó por primera vez el 21 de octubre de 1789, cuando se logró surcarlo tanto con barcos de pasajeros y mercancías como con embarcaciones de recreo entre Zaragoza y Tudela, tomando como clara inspiración el canal de Midi en Francia. Eso sí, nunca llegó a unirse el Cantábrico y el Mediterráneo como se había previsto en la idea original.

Ubicado en el kilómetro 82 del Canal Imperial de Aragón, este puente metálico une el IES El Pilar con la entrada del Stadium Casablanca, salvando el cauce sobre cuatro pilares sostenidos por cables, activados en su momento por motores que elevaban toda la estructura para dar paso a las embarcaciones. Su construcción consolidó a este tramo como una de las grandes hazañas de la ingeniería hidráulica europea de finales del siglo XVIII. 

Un retorno histórico

Las esclusas de San Carlos cuentan con una altura de 6,5 metros y constituyen uno de los puntos neurálgicos del Canal. Antiguamente, regulaban el desnivel del canal aprovechando el salto del Molino de Casablanca para generar electricidad, lo que convirtió a este enclave en el primer punto de Aragón con producción eléctrica basada en energía hidráulica. Desde su última operación en los años sesenta, habían permanecido cerradas hasta este retorno histórico.

Por ello, el 5 de mayo de 2025 la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) invirtió 382.000 euros en la reconstrucción de las compuertas originales, recuperando la navegabilidad de las esclusas y, con ello, habilitando nuevamente el puente levadizo para su función original. La directora general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica, María Dolores Pascual, y el presidente de la CHE, Carlos Arrazola, presidieron el acto de inauguración.

Actualmente, este enclave forma parte del Espacio Hidrológico de Casablanca, donde se ofrecen visitas guiadas que incluyen vistas al molino y una explicación del funcionamiento de las esclusas, consideradas patrimonio histórico y cultural de la capital aragonesa. Los visitantes podrán revivir la historia de la navegación fluvial aragonesa y contemplar en primera persona el mecanismo de uno de los pocos puentes levadizos que perviven en España.