Rumanía pone el foco en sus ciudadanos que vuelven de trabajar en España y les deja una serie de recomendaciones
Un sector importante de la población se enfrenta a serios desafíos.

España se ha consolidado en las últimas décadas como uno de los destinos migratorios más importantes de Europa, lo que ha dado lugar a un fenómeno sociolingüístico muy interesante. Normalmente, tras un periodo de residencia en España, se integran con sus costumbres e idioma.
Sin embargo, los menores se enfrentan a grandes desafíos educativos y lingüísticos cuando regresan a su país, según un informe elaborado recientemente y recogido por Hot News. Los investigadores han concluido que, entre 2008 y 2021, más de 1,37 millones de personas regresaron a sus países de origen en Europa, de los que el 38% se dirigía a Rumanía.
En particular, los rumanos constituyen la nacionalidad más representada entre los migrantes europeos en España, y su proporción en los retornos es incluso superior a su presencia en la población extranjera residente. Uno de los aspectos clave del estudio es precisamente la observación de dos patrones de retorno en función de la duración de la estancia en nuestro país.
El 46% de los migrantes retornados lo hace después de menos de seis años, mientras que el 54% regresa tras períodos superiores a esa cifra. Este último grupo ha adquirido un conocimiento avanzado del español, lo que podría facilitar su integración profesional y educativa al regresar a su país.
Dificultades para los más jóvenes
El problema llega entre los menores de edad, que representan una parte significativa de este retorno, con alrededor de 40.000 jóvenes regresando anualmente, concentrados principalmente en el grupo de 5 a 14 años. Esta vuelta, en muchos casos, implica enfrentarse a un bilingüismo desequilibrado.
Si bien dominan ambas lenguas, pueden tener dificultades en registros formales y en habilidades de lectoescritura tanto en rumano como en español. Esto genera un desafío adicional en el ámbito escolar, donde los menores pueden sufrir exclusión o problemas de autoestima debido a la diferencia de idiomas y la falta de apoyo educativo adecuado.
Los investigadores que han estudiado este fenómeno proponen una serie de medidas para facilitar su reintegración:
- Creación de programas de apoyo para el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura en rumano.
- Implementación de cursos específicos de español para mantener y consolidar las competencias adquiridas durante la estancia en España.
- Certificación del bilingüismo a través de programas institucionales que reconozcan oficialmente las habilidades lingüísticas de los retornados y les faciliten el acceso a oportunidades educativas y profesionales.
- Capacitación de los docentes para que puedan atender las necesidades de los estudiantes bilingües, promoviendo la inclusión escolar.
- Brindar apoyo emocional y social a través de actividades extraescolares y asesoramiento psicopedagógico para combatir el aislamiento y la exclusión, así como el acoso escolar.
