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Si encuentras esta moneda de 50 céntimos en tu cartera tienes un tesoro de 8.800 euros

Si encuentras esta moneda de 50 céntimos en tu cartera tienes un tesoro de 8.800 euros

Solo unos pocos afortunados pueden decir que cuentan con una de ellas.

Moneda de 50 céntimosGetty Images/Connect Images

La numismática continúa siendo una opción que cada vez gana más adeptos. Coleccionar monedas de todo tipo es actualmente un negocio que cuenta con infinidad de personas interesadas, y no es para menos ya que, en caso de tener la moneda indicada, tu vida puede cambiar de un momento a otro.

Si no, atiendan a la moneda que les traemos en esta ocasión. Se trata de una moneda de 50 céntimos acuñada en 1999 y que actualmente puede tener un valor de unos 8.800 euros. Sí, leen bien. Casi 9.000 euros por una moneda cuyo valor es de 50 céntimos.

Pero, qué tiene de extraordinaria esta moneda. Pues en primer lugar, para localizarla y conocer más acerca de ella, hay que saber que se trata de un ejemplar belga del año 1999, que cuenta con la particularidad de que existen ediciones limitadas, razón por la cual es todo un tesoro para aquellos 'enfermos' de la numismática y coleccionistas. 

Según informan, apenas existen unos poco miles de ejemplares iguales a esta moneda, por lo que se ha convertido en una de las más buscadas en el mercado. Este hallazgo corrió a cargo de Jean-Claude, un coleccionista de monedas que encontró esta famosa moneda de 50 céntimos en un cofre antiguo que perteneció a su abuela.

En ese momento, asegura que "sabía que era una pieza rara, pero no tenía ni idea de que valiera tanto", afirmó. Así, hay que explicar que, aunque como hemos mencionado, se acuñaron unas pocas miles iguales, el número de las que han llegado a nuestros días es mucho menor, por lo que a menor cantidad de monedas, mayor es su valor. 

Por otro lado, se trata de una acuñación extraña, y que además, coincide con acontecimientos históricos muy simbólicos para el país belga, motivo de peso para que su valor sea mayor si cabe.

Pese a todo, su valor puede variar enormemente dependiendo de ciertos factores como el desgaste de la moneda, su estado y ciertos aspectos técnicos de la misma que podrían escapar para el ojo de cualquiera pero no para los de un experto en la materia.