Tiene una idea descabellada y acaba haciendo 1.651 flexiones en una hora: "Oye, yo también puedo llegar ahí"
Con disciplina y constancia el joven entrenó durante 680 días consecutivos.
Lo que comenzó como un reto personal terminó en una hazaña digna del libro Guinness. Ilja Mazar, fotógrafo de Düsseldorf de 38 años, ha logrado realizar 1.651 flexiones en una hora, superando el anterior récord de 1.530 en la exigente modalidad "Chest-to-Ground", donde el pecho debe tocar el suelo en cada repetición.
Su historia no es la de un atleta profesional, sino la de alguien que decidió explorar sus propios límites. Mazar empezó con apenas diez flexiones seguidas, pero con disciplina y constancia entrenó durante 680 días consecutivos. En ese proceso, descubrió que la clave no era solo física, sino también mental: "Puedes convertirte en una pequeña máquina", afirma.
Un amigo me envió una vez un enlace con un video en el que un joven de 17 años logró un récord mundial de flexiones. Lo vi y le dije después: "Oye, yo también puedo llegar ahí". En algún momento, esta frase se convirtió en algo muy real.
Durante el intento de récord, su cuerpo le dio señales de alerta desde el principio. Las piernas se le endurecieron tras las primeras 100 flexiones y su pulso se disparó a 180. Aun así, logró completar la hora sin abandonar. Para él, el dolor fue parte del aprendizaje, no un obstáculo.
Su rutina diaria incluye entrenamientos intensos, duchas frías —aunque las detesta— y una dieta estricta basada en alimentos naturales. Consume entre seis y diez huevos en el desayuno, acompañado de verduras y té verde. Practica ayuno intermitente y evita suplementos como creatina o proteínas en polvo.
Mazar no se conforma con su reciente logro. Su próximo objetivo es romper otro récord: realizar más de 1250 flexiones en una hora con 20 kilos de peso adicional, superando el actual récord con 18 kilos. Y más allá, sueña con alcanzar el récord de 10.530 flexiones en 24 horas, establecido en 1986. Su mensaje es claro: cualquiera puede lograrlo. No se trata de ser el más fuerte, sino de creer en uno mismo y persistir. "Todos somos capaces de cosas increíbles si encontramos nuestro camino", concluye.