Tributo de las Tres Vacas 2025: programa y todo lo que debes saber del tratado más antiguo de Europa
Este 13 de julio de 2025, como desde hace más de 640 años, los valles de Roncal (Navarra) y Baretous (Bearne, Francia) volverán a encontrarse en San Martín.
En el corazón del Pirineo navarro, donde las montañas dibujan la frontera natural entre España y Francia, se celebra cada año una ceremonia que parece detenida en el tiempo. El Tributo de las Tres Vacas, considerado el tratado en vigor más antiguo de Europa, no solo es una tradición pintoresca, sino un símbolo vivo de diplomacia rural, justicia ancestral y cooperación transfronteriza. Este 13 de julio de 2025, como cada verano desde hace más de 640 años, los valles de Roncal (Navarra) y Baretous (Bearne, Francia) volverán a encontrarse en la piedra de San Martín para renovar su compromiso de paz.
El origen de este singular acuerdo se remonta a una época de disputas por el uso de pastos y recursos hídricos entre pastores de ambos lados de la frontera. Aunque la sentencia escrita que lo formaliza data de 1375, existen evidencias de que el pacto ya se practicaba oralmente mucho antes. La “Carta de Paz” de ese año condenó a los habitantes del valle francés de Baretous a pagar un tributo anual de tres vacas a los roncaleses, como compensación por los conflictos pasados. Desde entonces, la entrega simbólica de las reses se ha mantenido ininterrumpida, incluso durante guerras, revoluciones y pandemias.
La ceremonia de 2025 se celebrará, como es tradición, en el collado de Ernaz, también conocido como la piedra de San Martín, un mojón fronterizo situado a más de 1.600 metros de altitud. El acto comenzará a las 12:00 del mediodía y contará con la participación de los alcaldes y ediles de los municipios implicados. Los representantes navarros vestirán el traje típico del valle del Roncal, mientras que los franceses lucirán la banda tricolor. El alcalde de Isaba, que preside el acto, preguntará tres veces a los representantes de Baretous si están dispuestos a pagar el tributo. Tras las respuestas afirmativas, todos colocarán sus manos sobre la piedra, una sobre otra, y pronunciarán tres veces la fórmula ritual: “Pax avant” (paz en adelante).
Aunque en la actualidad el pago se realiza en metálico —una cantidad simbólica que sustituye a las vacas reales—, el protocolo exige que se cumplan las condiciones originales del tributo. Las vacas debían tener dos años, el mismo pelaje, dentadura completa, cuernos intactos y estar libres de enfermedades. Hoy, un veterinario de Isaba certifica que las condiciones se respetarían si el pago fuera en especie. Dos de las vacas simbólicas corresponden a Isaba, mientras que la tercera se reparte de forma rotatoria entre las localidades navarras de Urzainki, Uztárroz y Garde.
El programa de este año incluirá, además del acto central, actividades culturales y gastronómicas en el Valle del Roncal. Se prevé la participación de grupos de danzas tradicionales, exposiciones sobre la historia del tratado y degustaciones de productos locales como el queso roncalés. También se organizarán rutas guiadas hasta el lugar de la ceremonia, con explicaciones sobre la geografía, la flora y la fauna del entorno pirenaico.
Más allá de su valor folclórico, el Tributo de las Tres Vacas es un ejemplo de cómo las comunidades rurales han sabido resolver sus diferencias mediante el diálogo y el respeto mutuo. En un contexto europeo marcado por tensiones fronterizas y desafíos geopolíticos, este pequeño ritual anual cobra una relevancia inesperada. Representa una forma de diplomacia basada en la palabra dada, en la memoria compartida y en la voluntad de convivir.
El acto ha sido objeto de estudio por parte de historiadores, antropólogos y juristas, y ha sido reconocido por instituciones europeas como un modelo de resolución pacífica de conflictos. En 2025, el evento contará con la presencia de observadores internacionales y medios de comunicación que documentarán una vez más este testimonio vivo de la historia europea.