Tropiezan con 25 coches abandonados en el aeropuerto, buscan a un dueño y el misterio tiene final trágico
“Podría haber una razón para esto”, admiten desde el aeropuerto, “pero tres años de chatarra oxidada en un aparcamiento no pueden ser algo bueno”.

En el aeropuerto nacional de Springfield-Branson, en el estado de Misuri (EE. UU.), un aparcamiento se ha convertido en un auténtico rompecabezas para el personal del recinto. Según informó Supercar Blondie, 25 coches llevan años abandonados en las plazas destinadas al estacionamiento de larga duración, sin que sus propietarios hayan regresado a recogerlos.
Lo que empezó como una simple curiosidad para los trabajadores del aeropuerto se ha transformado en una historia casi surrealista. Algunos de estos vehículos llevan más de tres o cuatro años aparcados, acumulando polvo, con los neumáticos desinflados y signos visibles de deterioro.
“En algún momento, los remolcaremos. No sé cuándo será”, declaró Kent Boyd, empleado del aeropuerto, al canal KY3 News. Según explicó, no tenía sentido retirar los coches de inmediato porque “si lo haces, alguien aparecerá buscándolo”.
Un aparcamiento de larga duración… literalmente
El aeropuerto de Springfield-Branson está acostumbrado a tener aviones y pasajeros estacionados antes de despegar, pero esta vez el tráfico no era aéreo, sino terrestre. Durante meses (e incluso años), los coches permanecieron aparcados como si el tiempo se hubiera detenido.
El personal del aeropuerto especula con que algunos dueños pudieron marcharse de vacaciones prolongadas o trasladarse temporalmente al extranjero, pero resulta difícil imaginar a alguien dejando su vehículo olvidado durante tantos años.
Mientras tanto, los coches, atrapados en el asfalto del aparcamiento, se han convertido en parte del paisaje. “Podría haber una razón para esto”, admiten desde el aeropuerto, “pero tres años de chatarra oxidada en un aparcamiento no pueden ser algo bueno”.
Una búsqueda con final inesperado
Para intentar resolver el misterio, los trabajadores del aeropuerto decidieron rastrear las matrículas de algunos vehículos con la ayuda de las autoridades locales. Sin embargo, al investigar a uno de los propietarios, la historia dio un giro trágico e inesperado.
“Pudimos rastrear el caso y encontramos una esquela del propietario registrado. Nos pusimos en contacto con la familia y les pedimos que, por favor, vinieran a recoger el coche, pero todavía no lo han hecho”, explicó Kent Boyd.
Ese caso concreto se cerró con tristeza, pero la situación del resto de los vehículos sigue sin resolverse. Muchos de ellos continúan ocupando las plazas del aparcamiento, esperando un destino incierto.
Por ahora, el aeropuerto mantiene la paciencia y no ha fijado una fecha concreta para su retirada. Quizá algún día los propietarios reaparezcan para reclamar lo que dejaron atrás, pero mientras tanto, los coches olvidados de Misuri se han convertido en una atracción involuntaria para quienes pasan por el aeropuerto y se preguntan cómo acabaron ahí.
