Un pitido rompió la tranquilidad de una mañana soleada en Letca Veche, un pueblo del sur de Rumanía. Así empezó todo para Marius Mangeac, amante de la naturaleza y aficionado a buscar objetos valiosos enterrados con un detector de metales, que ha dado con uno de los tesoros más llamativos de los últimos años: 1.469 denarios de plata romanos perfectamente conservados, enterrados desde hace más de dos milenios, según explica el diario griego Enikos.

“Era un bonito sábado que no anticipaba lo que estaba por venir. Cogí mi equipo y salí solo a la naturaleza, como hago habitualmente para hacer ejercicio y desconectar en el bosque”, indicó el responsable del hallazgo en Facebook. Pero cuando el aparato empezó a emitir señales, supo que algo importante estaba a punto de ocurrir. "Mi corazón empezó a latir muy rápido cuando vi los denarios. Pensé que tal vez estaba soñando”.

La historia no tardó en trascender fronteras: Mangeac relató los detalles de la experiencia también en una entrevista con Fox News Digital, donde expresó su sorpresa y emoción ante el hallazgo. Durante dos días enteros se dedicó a fotografiar cuidadosamente cada moneda antes de llevarlas al ayuntamiento de Letca Nouă. "¿A quién pertenecían estas monedas y para quién estaban destinadas?", se preguntó en redes sociales, todavía impresionado por la magnitud del descubrimiento. Todas las piezas, tal y como apuntó, estaban en buen estado de conservación y podrían datar de hace más de 2.000 años.

“Espero poder ir algún día con mi hijo al museo y contarle lo afortunado que fui por encontrar una página de la historia de nuestro pueblo”, añadió, visiblemente emocionado.

Aunque aún no se ha anunciado un estudio arqueológico oficial, varios expertos en numismática ya lo califican como uno de los descubrimientos más importantes en la región en lo que va de década. El hallazgo de Mangeac se suma a otro reciente en Breaza, en la región de Transilvania, donde dos personas que también practicaban esta búsqueda de objetos enterrados localizaron un tesoro vinculado a los dacios, el pueblo que combatió —y fue finalmente derrotado— por el Imperio romano en el siglo II d.C.