Un pasajero pierde el PC en el avión y el vuelo intercontinental regresa porque el piloto quiere buscarlo a consciencia
En el último año se registraron al menos 50 incidentes relacionados con baterías de litio en vuelos comerciales estadounidenses, muchos de ellos con humo, llamas o calor extremo.

Un avión de United Airlines que cubría la ruta entre Washington y Roma tuvo que regresar a su punto de partida después de que un pasajero extraviara su ordenador portátil, que terminó atrapado detrás de un panel de la cabina. Aunque el incidente no fue considerado una emergencia, el piloto decidió volver al aeropuerto de Washington Dulles por precaución, debido al riesgo que suponen las baterías de litio en caso de sobrecalentamiento o incendio.
El suceso, ocurrido el pasado 15 de octubre pero revelado esta semana por The Washington Post, ha llamado la atención por lo inusual del motivo. El vuelo UA-40, con 216 pasajeros a bordo, había despegado menos de una hora antes y se encontraba al sureste de Boston cuando un viajero avisó de que no encontraba su ordenador. Según explicó posteriormente la aerolínea, el dispositivo se había deslizado por una pequeña grieta en el panel de la cabina y había acabado en una zona de carga sin acceso directo ni sistemas de extinción.
El comandante informó a los controladores aéreos de que prefería regresar “por precaución extrema”, pese a que la situación no representaba un peligro inmediato. El avión aterrizó de nuevo en el aeropuerto Dulles unas dos horas después del despegue, y el vuelo hacia Roma se reanudó tres horas más tarde. Finalmente, el aparato llegó al aeropuerto de Fiumicino con unas cuatro horas y media de retraso.
Este tipo de decisiones, aunque infrecuentes, reflejan la creciente preocupación de las aerolíneas por el manejo de las baterías de litio, presentes en portátiles, móviles y cargadores portátiles. Estos dispositivos han protagonizado varios incidentes aéreos en los últimos años por riesgo de incendio. Las autoridades aéreas prohíben su transporte en el equipaje facturado precisamente porque un fuego en la bodega sería mucho más difícil de controlar.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) recomienda que las baterías y aparatos electrónicos se guarden siempre en lugares visibles y accesibles. Los vídeos de seguridad de las aerolíneas también incluyen ya indicaciones para no intentar recuperar un dispositivo caído entre los asientos, sino avisar a la tripulación para evitar posibles cortocircuitos o daños.
Según datos de la FAA, en el último año se registraron al menos 50 incidentes relacionados con baterías de litio en vuelos comerciales estadounidenses, muchos de ellos con humo, llamas o calor extremo. Casos similares se han producido en otros países: en julio, una batería ardió en pleno vuelo en Australia, y recientemente, en China, una situación parecida obligó a evacuar parcialmente una aeronave. En Europa, Air France se vio obligada este año a regresar dos veces a su aeropuerto de origen tras la pérdida de teléfonos móviles a bordo.
