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Un pueblo se rompe en dos ante la llegada de siete niños acogidos: "Me avergüenza vivir aquí"
Sociedad

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Un pueblo se rompe en dos ante la llegada de siete niños acogidos: "Me avergüenza vivir aquí"

"Hay detractores, gente egoísta, gente que habla mucho de empatía, pero que no tiene ninguna", lamenta el alcalde de la localidad francesa.

Casa consistorial de Plancher-les-Mines (Francia).Google Maps

División en un pueblo francés ante el anuncio del proyecto de un nuevo espacio de vida para acoger a niños confiados a los servicios de protección de la infancia. Según recoge en una información de la cadena France 3, un grupo de vecinos de esta localidad de la región gala de Haute-Sâone, están mostrando su lado más intolerante y menos altruista

"Todos se pusieron de acuerdo, fueron puerta por puerta, hicieron peticiones, como si fueran grandes bandidos los que iban a llegar, cuando en realidad eran niños", relata un vecino, que no duda en calificar al oposición a ayudar a un grupo de 7 niños y adolescentes con la siguiente frase: "Me avergüenzo de vivir aquí hoy".

Con todo, no falta quien explique la posición de los que no quieren que esa iniciativa social sea acogida en su pueblo. "El aburrimiento y la falta de actividad pueden provocar que se desborden", justifica otro vecino, escudándose en que "sabemos que son chicos que están causando problemas, por sí solos, no es su culpa, pero no debemos aceptar un caso demasiado leve".

"Entre los detractores, hay quienes han tenido hijos en dificultades"

En este sentido, la iniciativa para tratar de darles un presente y un futuro a estos jóvenes de entre 10 y 18 años se desarrollará en un hotel-restaurante, que actualmente se encuentra desocupado, dándole también un nuevo uso. Los chicos y chicas serán educados en establecimientos locales y estarán supervisados por educadores especializados.

El alcalde la localidad, Michel Galmiche, incluso señala que "este proyecto no me parece excesivo. Me explicaron que los niños estarían en centros bien supervisados. Para mí, esto no presenta ninguna dificultad particular". De hecho, recuerda cuál es la situación actual en el municipio: "El pueblo está perdiendo habitantes, podría quizás recrear dinamismo y crearía empleos, ya que se necesitarán educadores especializados".

Pero el regidor también apela a la memoria. "Hay detractores, gente egoísta, gente que habla mucho de empatía, pero que no tiene ninguna", estalla para mandar un mensaje claro sobre el que lleva el bastón de mando de la localidad: "Fui huérfano de guerra durante mucho tiempo, pero no soy un delincuente". 

Lejos de quedarse ahí también apela a la memoria de sus propios vecinos: "En esta sociedad no aceptamos a los cojos. Entre los detractores, hay quienes han tenido hijos en dificultades o que aún las tienen y no se atreven a hablar de ello. Vivimos en una sociedad que se está deshumanizando".

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